Han pasado algunos meses y gracias al entrenamiento de Tom con el mana, sus músculos se volvieron mas fuertes y ya es capaz de caminar, sin embargo esto es un secreto ya que no quiere llamar demasiado la atención cuando no es lo suficiente fuerte, por lo tanto solo se dedica a gatear delante de otros, lo cual no es demasiado extraño en niños algo dotados.
Esto hizo feliz a sus padres ya que significaba que su hijo tendría un buen futuro y seria capaz de apoyar al ducado y posteriormente al reino, su madre Lissa se le notaba alegre mientras lo observaba gatear y jugar, ya que con tanto trabajo que tiene en el ducado, este es uno de los pocos momentos donde puede descansar junto a su pequeño.
Bam!
Mientras tenia esos pensamientos de repente la puerta de la habitación la abren de golpe y entra un hombre, era alto pero por su columna jorobada se le veía algo mas pequeño, era flaco y parecía desnutrido, cualquiera pensaría que es una persona de la calle con baja economía, pero al ver su forma de vestir y caminar elegante era obvio que se trataba de un noble. Lissa al ver este hombre, toda su expresión feliz desapareció para mostrar una reacción desagradable hacia el hombre.
"Harrison Hyde ¿Qué haces interrumpiendo la habitación de esa manera? ¿Quieres que llame a los guardias?"
En el momento en que escucho el nombre, Tom ya sabía de quien se trataba. Harrison Hyde es el hijo mayor de la familia Hyde, y aunque es normal que el hijo mayor sea el que tome el control de la familia, Harrison no lo logró por varias acciones que cometió contra otros causándole varios problemas a la familia, perdiendo así el derecho a tomar el poder, pasándolo a su hermano menor Andrew.
Aunque Harrison perdió su derecho a ser Duque, aun mantenía su estatus como noble y se le dio a manejar un terreno rural, y para el dolor de sus habitantes, Harrison ha sido el peor gobernante que han tenido en toda la historia, puesto que todo el dinero del pueblo se lo ha estado gastando en alcohol y mujeres junto a otros pequeños nobles, por eso se nota su estado tan demacrado, sin embargo gracias a que su poder mágico es bastante fuerte, solo esta podrido por fuera.
"Tal como dijiste mi apellido es Hyde, por ende puedo entrar como quiera y donde quiera en esta mansión, aunque no soy el Duque esta sigue siendo casa de la familia Hyde" Dijo el hombre con un tono arrogante mientras observaba de una manera viciosa a Lissa ya que esta era bastante hermosa y despertaba todos los deseos lujuriosos de Harrison.
Esto no paso desapercibido de Lissa pero no pudo hacer mucho, solo mirar de manera enojada al hombre, Tom también lo noto y una pequeña intención asesina escapó de el y fue directo hacia Harrison, esto sorprendió a Tom ya que el hasta ahora solo era una persona normal que trabajaba y vivía su día tranquilamente.
Harrison por otro lado al ser mago tenía un sentido del peligro alto, y al notar esa intención asesina se sorprendió y comenzó a mirar hacia todos los lados pensando que era un asesino, al ver que no pasaba nada, pensó que era su imaginación y entonces su mirada se pasó por Tom a quien no le puso cuidado en ningún momento y solo ahora una sonrisa asquerosa se formo en su cara.
Al momento siguiente Tom sintió una presión grande encima de el como si una gran piedra fuese puesta en su pequeño cuerpo, este sentimiento le causó un gran dolor, como si sus huesos estuviesen a punto de partirse y su cerebro a punto de explotar, de no ser por su entrenamiento con el mana estaría seguro de que perdería la conciencia y podría resultar herido.
Harrison se sorprendió, esta tipo de presión no se logra con el mana, sino con el poder mental por lo que no es detectable a los demás, pero lo que lo asusto fue que con la potencia que utilizó una persona normal fácilmente podría terminar desmayándose, pero esto no le ocurrió a Tom, causando que su ira aumentara pensando que este pequeño bebé le podría ganar, así que aumento aún mas su fuerza para hacer caer a esa pequeña cosa sin pensar mucho en las consecuencias.
Tom por otra parte al notar que ese piedra se convertía en una pequeña montaña, no pudo soportarlo mas y cayó al suelo rompiendo a llorar, en este momento Lissa que estaba pensando en como tratar con Harrison vio todo lo que estaba pasando y al notar la mirada de este granuja sobre su hija, una idea pasó por su mente y su ira aumento, al instante hizo un rápido conjuro con sus labios y un chorro de agua salió disparado de sus delicadas manos y empujo a Harrison contra el muro, rompiendo algunas de las decoraciones de la habitación.
"!¿Que la haces a mi hijo?¡ ¿Piensas que no puedo matarte en la casa de tu familia?" Dijo Lissa con una mirada de muerte hacia Harrison creando una presión invisible en toda la habitación