[Un Humano Normal]
- ¡Adiós Kuro-Kun! Trata de no enamorar a muchas chicas. Y esta vez esfuérzate en hacer más amigos, realmente no me agradan tus amigos de internet.
Una mujer joven, se cabello castaño y ojos algo rosados, despidió a su hijo el cuál sostenía un bolso negro, perfecto para guardar todos sus libros.
El chico tenía un cabello negro bastante ordenado, y en su cara resplandecía una sonrisa vivaz, llena de vida y alegría, demostrando al mundo su poderosa juventud y vitalidad. Y lo que más impresionaba de él, era su físico bien entrenado, que poco o nada podía ocultar su uniforme elegante y bien arreglado.
- No te preocupes Okasan, sabes que no me gusta que llames así a los chicos. Ellos me ayudan a programar, ¡Y Son Realmente Buenos Haciéndolo!
Su voz era fuerte y vibrante, mientras sus ojos brillaban con el amor que tendría cualquier hijo por una buena madre.
Pero sonrió con algo de vergüenza, pero con una arrogancia infantil.
- Además, si quisiera enamorar a alguna chica, ya hubiera tenido varias novias.
Su madre soltó un bufido conteniendo la risa. Era obvio que no lo tomó en serio, y el chico tampoco se tomó enserio a sí mismo, solo quería decir algo estúpido para hacer reír a su madre.
Se despidió de su madre y corrió rápidamente hacía la parada de autobús. Subiéndose inmediatamente, saludo al conductor y mostró su carnet de estudiante. Era realmente útil para ahorrarte unas moneditas.
Llendo con una sonrisa, se colocó unos auriculares y empezó a escuchar algo de música. Aunque se lamentaba de que aquí no existirá el Phonk, pero había música decente, como la de Tsukino Yoimachi. Aunque se lamentaba de su futuro destino, realmente no tenía una manera de ayudarla más que enviarle mensaje de apoyo por internet. Aunque de momento, su carrera no había entrado en decadencia, por lo que era un simple mortal ignorado por las mesas.
Pero su problema seguia atormentándolo.
Era una realidad que esté mundo no tuviera el entretenimiento muy desarrollado. Y como amante de los mangas, FanFictions y toda película de acción, realmente carecía de algo realmente innovador, incluso con todos la tecnología.
Aunque el cliché estaba muy marcado en éste mundo, no lo dió por perdido. El estaba desarrollando sus habilidades de Programador, ya que con el conocimiento de los medios de entretenimiento de su mundo, podría hacerse millonario en éste, más teniendo en sus recuerdos los videojuegos que fueron un éxito, o que podrían hacer un ¡BOM! En éste mundo.
Y no quería desaprovechar está oportunidad, pero decidió empezar con los videojuegos. Aunque no tuviera ningún poder que lo ayudara a destacar, o a mejorar sus habilidades cotidianas y ordinarias, el poco miedo que le tenía al éxito y su exceso de confianza, lo mantenían a pasó firmé hacia su sueños.
Pero como dijo, no tenía poderes, era un humano normal. Con una suerte que no destacaba mucho, y lo único favorable y útil que tenía era su constancia de no rendirse y no echarse para atrás nunca..... Lo que realmente no era muy útil, realmente no lo ayudaba en tener un progreso rápido, y tenía que aprender a basé de errores.
Puro errores.
Pero estaba aprendiendo, y eso era lo que importaba.
Sintiendo que el tiempo había volado, se dió cuenta de que ya había llegado a su destino. Cuando se quiso bajar, fue bastante tarde, el bus había vuelto a avanzar.
Tubo que aguante hasta la siguen parada, y bajarse para salir disparado hacia su escuela.
Realmente fue inteligente que se haya levantado temprano para ir unos minutos antes, sino, posiblemente hubiera llegado tarde a su primer día por éste desliz.
Pero ya no había nada que lo pidiera detener. Estaba enfrente de la escuela Raizen, y con sus conocimientos de otras vida, hiba a ser un personaje clavé para todos la trama. Esa era su máxima aspiración.
Ser el protagonista.
Con una sonrisa desafiante, miró hacia el cielo.
- Nada malo puede pasar.
Fin cap.