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84.03% Un Rudeus diferente / Chapter 154: Regreso al continente Milis

บท 154: Regreso al continente Milis

—¿Eso es todo? Rudeus Greyrat, preguntó el Dios Dragón, sentado en su silla y mirando despreocupado el techo.

—Así es, ¿qué posibilidad cabe de que sea una trampa y nos espere una emboscada en Millishion?

—Mmmmm, es poco probable. Claire Latreia no causa repercusiones en la historia; llega, vive su vida y la deja tal como llegó. Es una mujer obstinada, pero no es importante en la historia.

—Bien, pero me causa cuidado que esta carta llegue justo cuando Cliff esté por volver a Millishion. ¿Y si el Hombre Dios nos espera ahí?

—Lo dudo, no hay nadie importante en Milis por ahora, y sea quien gane el cisma en la iglesia de Milis, siempre pelearán contra Laplace. Así que tratar de tener un apóstol ahí no es una carta ganadora para el Hombre Dios. Aunque si están en la. Alianza será más fácil derrotar a Laplace en vez de que peleen por su lado.

—Mierda, ¿qué debería hacer? Temo por Cliff.

—Ve primero a Milis a entablar relaciones diplomáticas; una vez se hagan aliados, sigamos con el reino del Rey Dragón. Cliff se ha vuelto un activo muy útil; el tipo es un genio y puede sernos útil. Sería una gran pérdida para nosotros si algo le pasa .

—Bien, está decidido: iré con Cliff.

—Sabía que irías de un modo u otro, pero Rudeus, cuidado, los antidemonios son unos idiotas fanáticos. No te metas en problemas con ellos; su facción adquirió poder nuevamente cuando nació la niña bendita. Pero esa chica no vivirá mucho, sea por la mano del papa o del cardenal, no pasará de los 25 o 30 años. Además, su salud es frágil.

—Si lo recuerdo, en ese diario dice que cuando el cardenal mata al abuelo de Cliff, poco tiempo después asesina a la niña bendita.

—Así es, ella es solo un activo para el cardenal, para tomar el poder de la iglesia además su destino es muy debil.

—Diablos, se parece mucho a la iglesia medieval de mi mundo anterior, pensé.

—Por cierto, la familia Latreia es una familia fanática de los códigos Milis y cardenalistas; sería mejor que no sepan que tienes 4 esposas e hijos con 4 mujeres diferentes.

—Solo tengo hijos con 3 mujeres, Orsted.

—¿Dije 4? Oh, cierto, Nanahoshi no puede tener bebés, lo había olvidado, dijo, mirando hacia un lado, pero lo noté algo nervioso.

—Oh, mierda, de seguro ya llegó el rumor de Ariel a Milis.

—Lo dudo; sin embargo, al pontífice no le molestará tu conducta siempre y cuando no seas un creyente de Milis. Sin embargo, los cardenalistas sí tomarán a mal eso. Será mejor que digas que solo tienes una esposa, o no digas nada. Sí, será mejor que mantengas la boca cerrada respecto a tu vida personal.

—Entiendo. Bien, prepararé el equipo. La misión será: integrar a la alianza al santo país de Milis, tratar de abrir una sede de mercenarios en Millishion, permitir la venta del libro de Ruidjerd y la figura, además de los otros libros personales (de todos modos, desvío el 2% de esas ventas a crear equipos), llevar a Zenith para que esté con su familia mientras resuelvo los asuntos, y conocer a mi familia materna. ¿Qué podría salir mal?. Creo que llevaré a papá, estará feliz de volver a Milis...

—Por ningún motivo dejaré que lleves a Zenith al lado de esa vieja bruja, me dijo Paul.

—¿Qué? Pero papá, Claire y Carlise financiaron su búsqueda y son los padres de mamá; tienen derecho a verla.

—¿Recuerdas cuando nos reencontramos en Millishion? ¿Olvidaste lo que te dije ahí?.

—Me dijiste que huyera con Eris cuando regresáramos a Roa.

—Eso no, idiota. Te dije que no visitaras a los Latreia; son expulsionistas. Además, Norm y Aisha te contaron lo que pasó , ¿verdad?.

—Sí, me dijeron que Claire trató mal a Aisha y a Lilia.

—Así es, y no solo eso; esa mujer trató de quitarme a Norm. Si no fuera por el conde Carlise, ella lo habría hecho.

—Pero, viejo, debo llevar a mamá. Vamos, ven conmigo; no tienes que ir a ver a tus suegros, estarás con Cliff. Es tiempo de reunirme con los Latreia.

—No iré, y tu madre tampoco. Si quieren visitarla, que venga ella.

—Pero Claire y Carlise ya rozan los 60 años, papá.

—Escucha, Rudeus. Yo tengo muy mala fama en Millishion. Liberé a muchos ciudadanos de Fitoa que habían sido esclavizados, ¿recuerdas a Somal? El chico que agredia a Silphy.

—¿Qué hay con él?

—Lo encontré esclavizado en un burdel. El chico era violado todos los días, quedó traumado; jamás pudimos recuperarlo psicológicamente y terminó suicidandose al poco tiempo, Viera lo encontró colgado cuando le llevaba el desayuno.

—¿Qué!? Dios, eso es horrible.

Así es, y lo mismo le pasó a Viera y Sierra, pero ellas lograron llevarlo mejor, pero aún así la maga le temía a los hombres ¿o lo olvidaste? . Yo maté a todos esos malditos esclavistas y me llevé a cada ciudadano esclavizado que encontré. Créeme, tengo muchos enemigos en Milis. Muchos de esos esclavistas tenían puestos en la Iglesia o en el gobierno del país sagrado; no me asesinaron ni me metieron preso simplemente porque esos tipos violaban las leyes de San Milis y si hubiese salido a la luz sus crímenes hubiese sido un gran escándalo , por eso créeme, no soy bienvenido ahí.

—No te hacían nada porque contabas con el apoyo de la familia Latreia, papá. Tía Terese me lo dijo en el puerto del Este; sé que ellos te apoyaban en la búsqueda.

—Pffff, sí, tienes razón, pero aun así, trataron de quitarme a Norm y jamás perdonaré cómo trataron a Aisha y Lilia. Escucha, Rudeus, Claire Latreia es una mujer que no escucha nada; ella siempre cree que tiene razón.

—Como sea, iré con Cliff y quiero llevar a mamá para que vea a sus padres.

—Ya te dije que no, te lo prohíbo, Rudeus— Dijo Paul ya muy cabreado conmigo .

En ese instante, mamá llegó a la sala y miró a papá a los ojos; luego lo besó en la boca, dejando a Paul desconcertado.

—Pfffff bien. Esto es decisión tuya, Zenith. ¿Quieres ir a Milis?, le preguntó papá.

—Mamá hizo una mueca de sonrisa y luego me tomó del brazo.

—Pfffff, maldita sea, esto no es una buena idea; de hecho es una pésima idea, una muy mala. Pero si quieres ver a tu madre, amor, supongo que debes ir, dijo finalmente papá.

—Bien, iremos en dos semanas, mamá— le dije con una sonrisa.

—Pero escucha, Rudy. Más te vale proteger a tu madre con tu vida, ¿entiendes? Si algo le pasa, tú serás el responsable,—me dijo Paul muy seriamente .

—Lo entiendo.

—No, no lo entiendes, créeme. Cuidado con los Latreia; ellos pueden tratar de hacer algo. No confío en Claire. Si tienes problemas, habla con Terese o Carlise; el tipo se ve duro, pero es muy razonable.

—Olvidas que soy el General más poderoso de Ariel y comandante del ejército del dios dragón—le dije inflando el pecho como Eris.

—Uffff, por favor, Rudy, el ejército de Orsted solo somos cinco pelagatos de mala muerte y eres famoso por tu relación con Ariel no por tu fuerza.

— No nos llames pelagatos de mala muerte. Aun así, el nombre de Dios Dragón o Ariel debe darme algo de importancia—dije .

— Por cierto, más te vale ocultar que estás casado con una demonio; al menos con los Latreia, el papa no dirá nada, es un integrador, pero ojo con los expulsionistas.

—Sí, Orsted ya me lo dijo.

— Bien, maldita sea, esto no me gusta—, dijo nuevamente Paul.

Esa misma tarde fui a hablar con Cliff; cuando le dije lo de la carta, él sonrió.

—Sabía que encontrarías una excusa para acompañarme, Rudeus.

—¿No estás molesto?

—No, de hecho, estoy tranquilo de que vengas conmigo. Elinalise me ha estado diciendo que pidiera tu compañía toda la semana— dijo, mirando a una Elinalise que tenía una cara mucho más relajada ahora que sabe que acompañaré a Cliff.

—Bien, debo llevar a mamá con Claire y Carlise. ¿Tú podrías conseguirme una audiencia con tu abuelo? .

—Si, no hay problema.

—Bien, viajaremos en una semana, Cliff.

—Bien, nos vemos pronto.

Esa semana empecé a preparar todo. No iría con las chicas por el problema de que tengo un matrimonio polígamo, y podría traerme problemas aunque fuera solo con una. Roxy era la más indicada al ser la más madura de las tres, pero es un demonio. Pensé en llevar a Nana, pero está muy ocupada con los círculos.

Así que les pregunté a Norm y Aisha.

—Yo no puedo, tengo mucho que hacer en el consejo estudiantil.

—Pero si estamos en vacaciones, Norm, las clases empiezan en dos meses.

—Bien, te diré la verdad: no quiero ver a mi abuela, no quiero ir a Millishion . ¿Contento?

—Hey, no me hables así. Si no quieres ir, di que no quieres verla y listo. Mmmmm, ¿qué hay de ti, Aisha?

—Yo prefiero no ir, Rudy. Lady Claire no es amable conmigo.

—Vamos, necesito a alguien que esté con mamá.

—Yo iré, joven amo —dijo de pronto Lilia.

—¿Estás segura?

—Sí, yo cuido de lady Zenith y no me molestan las palabras de lady Claire.

—No te preocupes, Lilia, tú eres mi madre, no dejaré que te diga nada.

—No se preocupe, joven amo.

—Bien, iremos los tres, dije sonriendo.

Esos días, Silphy se sintió muy mal; estaba con muchas náuseas y algo alterada y de mal humor así que una noche mientras dormíamos juntos le hable .

—¿Estás bien, Silphy, cariño?

—Sí, Rudy, perdona, es que... mmm, perdón —dijo, levantándose y corriendo al baño—. ¡Wuuuaaaaaagrrrr!

Así que al otro día la llevé al doctor, quien no dio un hermosa noticia.

—Felicidades, señora Greyrat, está usted embarazada.

—¿En serio? Jejejejeje, estoy muy feliz —dijo Silphy, saltando en mis brazos—. Al fin pensé que ya no podría tener más bebés , dijo mientras se ponía a llorar .

—Tiene un mes de embarazo, señora Greyrat—le dijo el doctor.

Y así supimos de la llegada de mi cuarto hijo 😉.

Ese día organizamos una gran cena donde además invitamos a Elinalise y Cliff, y les dimos la noticia; todos parecían muy felices por la buena nueva.

Esa noche, cuando Cliff y Elinalise ya se habían marchado y papá, mamá y mis hermanas se iban a casa de Paul, Lilia me habló.

—Joven amo, no iré a Milis , debo cuidar de lady Silphy.

—Pero Lilia, ella estará bien; cuando estaba embarazada de Lucy , solo Estaba con Aisha, Norm y Nana.

—No, joven amo. Es mi deber cuidarla, como cuidé a Lady Roxy.

Lady Eris se la pasa practicando, y Lady Nanahoshi y Lady Roxy se la pasan haciendo experimentos en la universidad. Ella no puede estar sola. Además, la joven ama Norm tiene deberes en el consejo y es su último año en la universidad. Yo cuidaré a Lady Silphy; Aisha irá con usted.

—Pero, mamá, ¿y los mercenarios? .

—Tu padre, y las chicas ferales pueden encargarse de eso. Además, el joven amo abrirá una sucursal en Milis; le harás falta ahí.

—Está bien, yo cuidaré de mamá Zenith —dijo Aisha.

—Hermana, si no quieres ir...

—Iré, Rudy. Además, lo que dice mamá es cierto: vas a abrir una nueva sucursal. Deberé encargarme de reclutar gente y comprar un edificio.

Pero la noté nerviosa. Estoy muy consciente de lo que paso mi hermana en Millishion y no dejare que pase por lo mismo.

—Aisha, no dejaré que te digan nada. Eres mi hermana, la hija de mi padre, una Greyrat, ¿entiendes?

—Bien, pero debo regresar en 2 meses; es mi último año en la universidad y quiero disfrutarlo .

—No te preocupes, estaremos aquí en un mes o menos.

Ya con todo eso listo, fui a dormir, pero no había nadie en mi habitación; al parecer, las chicas estaban en la habitación de Silphy.

—¿Qué crees que será Silphy? —preguntó Roxy.

—No lo sé; a Rudy no le importa qué será, sé que siempre amará a todos nuestros hijos.

—Mmmm, será un varón.

—¿Tú cómo sabes eso, Eris? —preguntó Nana.

—Fácil, si tienes un niño, luego una niña, luego un niño; así funciona. Cuando me embarace otra vez , tendré una niña y tú, Roxy, un niño.

—Así no funciona, Eris.

—Claro que sí, mamá tuvo primero a Gabriel, luego a mí y luego a David.

—Eris, Rudy tiene dos hermanas.

—Sí, pero es que Norm nació de la misma madre de Rudy; Aisha es hija de Lilia, por eso no es hombre.

—Así no es como funciona, Eris —dijo Nana—; podría ser niña o niño, eso no tiene nada que ver.

—Yo sé de lo que hablo —dijo Eris inflando el pecho— y así estuvieron discutiendo por unos minutos hasta que las chicas se cansaron de explicarle a Eris, que demostró por qué apenas sabía leer y era peor alumna que Ghislaine.

—¿Cómo creen que será? —se imaginó Nana.

—Yo espero que, si es niño, se parezca a Rudeus y con las orejitas de Silphy va a ser muy lindo —dijo Eris.

—Será solo 1/8 elfo. Es curioso que Lucy tenga orejas puntiagudas; tal vez nazca con orejas redondas —dijo Roxy.

—Sí, aunque Lucy tiene las orejitas más cortas que tú, Silphy —dijo Eris.

—La sangre de mi abuela es fuerte; lo más probable es que tenga las orejas como Lucy. Y sí, me gustaría que fuera como dices Eris, que sea parecido a Rudy con orejas como Lucy. Jejeje, aunque hay algo que me da miedo.

—¿Qué cosa? —preguntó Eris.

—El pelo. Quiero que tenga el pelo de Rudy.

—Porque tu pelo blanco es lindo —dijo Eris.

—No, Eris, ya te lo he dicho, mi verdadero color de pelo es verde esmeralda. Se me volvió blanco cuando gasté mi mana en el accidente de desplazamiento. Yo sufrí mucho acoso por mi pelo, y no quiero que....

—Si alguien le hace algo a nuestro hijo, Silphy, lo mataré —dijo Eris.

—Gracias, por eso te amo, Eris —dijo Silphy, besándola.

—Hggggg, pueden parar con la lesbitis—dijo Nana.

—Jejeje, deberías probar, Nana, te gustará, le dijo Silphy guiñándole un ojo.

—Claro que no, solo me gusta Rudy.

—Ya déjala tranquila, Silphy, sabes que a ella no le gusta eso—, dijo Roxy, que le acariciaba el cabello a Silphy. —

Recuerdo cuando te conocí, Silphy, tan pequeñita, bajo ese árbol. Debo confesar que me asustó tu pelo al principio, pero eras una niña tan buena y tan tierna que te tomé cariño de inmediato. Y míranos ahora, tantos años después, juntas, casadas con Rudy, y ahora darás a luz a un nuevo hijo en esta familia.

—Gracias, Roxy.

—Y no tengas miedo, todo va a salir bien, va a ser un bebé hermoso, te lo aseguro, le dijo Roxy.

Así estuvieron hablando hasta que las cosas se pusieron algo acaloradas entre las chicas, por lo que Nana decidió ir a dormir. Como Rudeus qué estaba solo, y se metió en su cama.

—Amor, ¿qué pasó? ¿Terminó la reunión de chicas?

—No, pero empezaron con sus cosas raras y preferí venir a verte. ¿Te molesta?

—Claro que no, Nana.

Luego de hacer el amor con la hermosa Nanahoshi, hablamos un rato.

—Un año.

—¿Qué de qué hablas, Nana?

—En un año todo estará listo o tal vez antes. Empezaré a hacer experimentos a gran nivel con Perugius; ya me queda poco en este mundo.

—Ya veo—, dije tratando de no ocultar mi pena.

—No te pongas así, Rudy. A mí también me duele irme; apenas voy a conocer al nuevo bebé.

—Lo sé, estoy feliz porque recuperarás tu vida, pero, bueno, sabes que te amo.

—Y yo a ti, pero fue lo que acordamos Rudy .

—Lo sé, amor, lo sé.

—Ten cuidado en Milis, Rudy.

—Lo tendré, no te preocupes—dije mirando el techo.

—Sabes, Rudy—, dijo tocándose el vientre,— realmente hubiese deseado darte un bebé; hubiese sido lindo tener un bebé tuyo.

La miré a los ojos mientras la abrazaba y le decía:— vas a tener un bebé en la tierra y serás muy feliz.

—Pero no será de tu sangre, amor. Yo quería ser madre de un hijo tuyo; siempre te voy a amar, Rudy,— dijo mientras empezaba a llorar.

—Cuando regreses, conozcas a alguien y seas madre ahí y tengas a tu bebé en tus brazos, ese hijo será la persona más importante en tu vida, y serás una mujer muy feliz.

—Nunca te voy a olvidar a ti, ni a los hijos que tengo en este mundo, Rudy.

—Lo sé, pero ya no hablemos de eso. Disfrutemos estos meses juntos, ¿te parece? —le dije, limpiándole una lágrima.

—Sí, tienes razón.

—Te amo, Nana.

—Jejeje, y yo a ti, galán de cuarta.

¡Autch ! Jejejeje. —La abracé y así nos dormimos juntos.

Al otro día, al anochecer mientras estaba con Orsted , me llegó un mensaje de Ariel a la oficina.

—¿Cómo demonios se enteró de que voy a Milis? —dije.

—Yo le dije— dijo Orsted—preguntó varias veces cuándo irías a visitar a Edward y le dije que estás preparando un viaje a Milis y estarás fuera unos meses. Deberías ir a visitarla antes de irte.

—¿Para qué?

—Este... bueno. Tal vez tenga información sobre la iglesia de Milis; su servicio secreto es formidable —dijo Orsted.

—No puedo, además estoy preocupado por Silphy; está embarazada.

—¿En serio? Vaya, felicidades, tú no pierdes el tiempo, ¿eh?.

—Muy gracioso. Además, les dije a las chicas que esta noche me quedaría aquí organizando el equipo, por si debo usar alguna armadura o arma en Milis, por si pasa alguna emergencia, ya que viajaré con poco equipaje. Estos círculos me permitirán invocar cualquier armadura. Aunque llevaré la Mark II puesta por si acaso.

—No te preocupes, yo hago eso. Ve a ver qué quiere la reina y tal vez tenga noticias para ti; ella es nuestra aliada, ¿o lo olvidaste?

—No, claro que no. Bien, haré un viaje relámpago; usaré un círculo de teletransportación que me dejará a las afueras de Ars.

—Bien, le diré a Ariel que llegarás ahí, dijo Orsted.

Así que me transporté hasta unas ruinas. Cuando salí del bosque, estaba Luke esperándome con un caballo.

—¿Por qué no fuiste por tu casa, primo?

— Primero que nada hola idiota, y con respecto a tu pregunta : Porque estaba con Orsted y Ariel quería verme de inmediato. ¿Le pasó algo a ella o al príncipe?

—No, nada, pero quiere hablar contigo. Supo que vas a Milis con Cliff, ¿es eso cierto?

—¿Y a ti qué te importa?

—No te hagas el gracioso, idiota. A su majestad le preocupa que te pase algo.

—Vaya te crecieron las pelotas, Luke. Desde que te hicieron comandante de los caballeros dorados, estás mas altivo, tal vez deba patearte el culo de nuevo, para bajarte los humos,— le dije sonriendo.

—Deja de bromear y sube al maldito caballo— Y así cabalgamos hasta el palacio de plata.

—¿Cómo estás, Tris y Armand?—pregunte.

—Bien, ya estamos trabajando para traerle un hermanito, jejejeje.

—Me alegro por ti, primo, y hablando de eso, Silphy está embarazada.

—¿En serio? Vaya, genial, su majestad estará contenta de saber que el príncipe tendrá otro herm...hermoso amiguito con quien jugar, jejejeje.

—¿Qué te pasa? Estás pálido, Luke.

—Nada, jeje jeje — dijo riendo torpemente.

Cuando llegué al palacio de plata, me hicieron pasar a los aposentos de Ariel por el pasillo secreto, donde la encontré sola con el príncipe.

—Mi amor, viniste —dijo, besándome.

—Hola, Ariel, ¿pasó algo? ¿Estás bien?

—Sí, tranquilo. Ten, toma a Edward —dijo, pasándome al príncipe—. Supe que irás a Milis.

—Así es.

—Bien, te tengo información. La posición del abuelo de Cliff es muy débil, el cardenal se ha deshecho de muchos sacerdotes influyentes y aliados del bando integracionista, usando los poderes de la niña bendita que puede ver recuerdos. Las fuerzas del cardenal interceptaron la carta del papá a Cliff y saben que llegará pronto; de hecho, planean hacer un atentado en el sur del continente de Milis, haciéndolo pasar como un asalto.

—Dios, sabía que ese tipo planeaba algo contra ese tonto, pero no te preocupes, iremos por un círculo de transporte.

—Me lo imaginé, amor; además, sé que nunca dejarías a Cliff ir solo.

—Sí, bueno, pero además me llegó una carta de mis abuelos maternos, los Latreia qué quieren ver a mamá , así que iré con mamá y Aisha.

—Ya veo, en ese caso dudo que ataquen a Cliff; ellos están al tanto de ti, aunque no saben que eres amigo de el. Esa noticia debería hacer que el cardenal lo piense dos veces antes de intentar atentar contra Cliff, sabiendo que su mejor amigo es el general del Dios Dragón y quien eliminó a Reida y Aubert.

—¿Qué hay del rumor de nosotros?

—Oh, eso, creo que sí ha llegado el rumor de que somos amantes, pero no saben que eres el padre de Edward. Él solo nació hace poco más de un mes y medio .

—¿Qué? ¿SOY EL PADRE DE EDWARD?— grité, haciendo que Ariel se pusiera pálida.

—No, no, no, tonto, escuchaste mal. Dije que No ha llegado el rumor de que eres el padre de Edward. Eso dije.

—Habría jurado que dijiste que soy el padre de Edward—.

—No. Lávate los oídos, Rudy. Jejejejeje, tontito, él no es tu hijo—dijo muy palida.

—Ya veo, disculpa es que todos me han preguntado que si soy el padre que creo que estoy psicoseado con eso.

—JEJE como sea, Cliff sabe que es un rumor, no te preocupes. Además, el papá estará feliz de que seas amigo de Cliff y un integracionista. Aunque no seas de la fe de Milis, serás un gran aliado del papá.

—En realidad, planeo que todo el santo país de Milis integre la alianza contra Laplace y tratar de expandir nuestra fuerza de mercenarios .

—Bien, como sea, espero que esta información te sirva, amor.

—Claro que sí, estoy muy agradecido, Ariel.—dije sonriéndole.

—Lo sé, además sería bueno que Cliff tome un lugar influyente en la Iglesia; será un gran aliado.

—Lo sé, pero para mí, más que una persona influyente, es mi amigo. Igual que tú, eres mi amiga y te protejo por eso, no porque seas reina o Cliff sea el nieto del papa .

—¡Oooh, qué lindo eres! Por eso te amo —dijo, besándome.

En ese momento, Kleene entró con comida y se fue.

—Creo que debo regresar.

—Quédate y comamos algo.

—Sí, ¿por qué no? —le dije.

Finalmente, Ariel me convenció para quedarme con ella y cuidar al príncipe, así que me acosté al lado de Ariel sobre las cubrecamas, mientras ella apoyaba su cabeza en mi hombro y mirábamos a Edward en su cuna. Le hable del embarazo de Silphy y Ariel se mostró muy feliz, pidiéndome que Silphy la visitará pronto, hablamos hasta que nos dormimos.

De pronto abrí los ojos, y me vi desnudo en la cama con Ariel a mi lado en sexy lencería . Hicimos el amor varias veces antes de volver a perder la conciencia, hasta que un llanto le despertó. Cuando abrí los ojos, Edward estaba llorando en su cuna y yo estaba vestido, sentado sobre la cama, y Ariel dormía plácidamente con su cabeza apoyada en mi hombro. Había sido un sueño. Dios, estoy pensando seriamente que Ariel es una súcubo y me ataca en los sueños.

Así que me levanté y Edward estaba cagado, así que le cambié el pañal y desperté a Ariel para que le diera teta. Luego, nos volvimos a dormir con Edward en mis brazos, que dormía plácidamente.

—Qué lindo te ves con tu ahijado en tus brazos —me dijo de pronto Ariel.

—¿Qué hora es?

—Cerca de las 8 de la mañana.

—Mierda, debo regresar —dije.

—¿Ya te vas?, amor

—Sí, lo siento. Volveré cuando regrese de Milis, lo prometo.

—Bien, llamaré a Kleene para que te transporte donde Perugius.

—Gracias, te veré pronto, campeón —dije, besando a Edward en la frente.

—Adiós, amor —dijo Ariel, besándome.

Así que me transporté donde Don Chismes, que me interrogó sobre qué hacía en Ars con una retorcida sonrisa, y luego regresé a casa.

Pasaron unos días y estábamos listos para viajar a Milis. La despedida de Cliff y Elinalise fue triste; Cliff le prometió que vendría cada cierto tiempo y se despidió de Clive, que ya habla un poco, prometiéndole que lo verá pronto.

Papá se despidió con un beso de mamá y yo de mis esposas, en especial de Silphy.

—Lilia, te cuidará, amor. Regreso pronto.

—Cuídate, Rudy.

—Oye, Rudeus, si pasa algo, llámame y iré de inmediato, dijo Eris.

—Estaré bien—, dije, mientras partíamos a la cabaña, donde, antes de irnos, dibujé un círculo mágico que estaría conectado con la oficina de mercenarios de Millishion. Así, una vez listo, nos transportamos a unas ruinas, a unos dos días de la capital del sagrado país de Milis.

Con Cliff, había regresado luego de 11 años al continente de Milis.


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