Ha pasado poco tiempo desde que los niños se vieron las caras. Ya varios grupos han sido formados. El grupo con Helen Laurence y Rūst como principales miembros, el grupo que lidera Barou, el grupo que se reunió con Hanzō como su enfoque, el grupo con Sael Lee como su líder, y… un Niño que no es parte de ningún grupo.
Capitulo 3: Solo los fuertes sobreviven.
—Escuché que en la sección en la que estaba no tuvo sobrevivientes
—¿Cómo sobrevivió cuando todos los demás murieron?
—¿Podría ser que los ha matado a todos?
—Y el hecho de que no se une a ningún grupo…
—Es lo mismo a donde sea que vaya, pero no tengo la libertad de prestarles atención a estos chicos por el momento.
Pensó Häel mientras escuchaba aquellos murmullos desde la distancia.
—Estoy seguro de que esto fue construido recientemente. Pero ya qué hay toneladas de moho, significa que el espacio subterráneo fue construido hace mucho, y alguien lo ha rehusado recientemente. Quien sea que sea, tiene una enorme cantidad de riqueza, después de todo no es algo que una persona promedio pueda hacer. Sin embargo aquel templo es mi casa. Quien sea que sea el responsable ya estuvo en el templo, por lo tanto ya se por donde empezar a buscar culpables.
Pero de pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por una luz que llamó su atención de inmediato.
—¿Esto es luz… del techo?!
Pensaba Häel con asombro mientras veía cómo descendía una canasta.
—¡Miren allá! ¡Una canasta está
descendiendo del techo!
—¡¿Qué?!
Una vez la canasta tocó el suelo todos se alejaron de aquella canasta con desconfianza. Pero no pasaron 30 segundos para que el primer valiente se acercara a inspeccionar.
—¡Es comida!
Gritó mientras alzaba una zanahoria.
Una vez desapareció el miedo y la desconfianza todos fueron corriendo inmediatamente para saciar su propia hambre.
—¡Vamos a comer!
Gritó una multitud, sin embargo fueron parados en seco por Helen y Rūst.
—¡Esperen!
Decía Helen mientras se interponía entre los niños y aquella canasta.
—¡¿Qué demonios?!
—¡Muévanse!
—¡¿Qué creen que están haciendo ustedes 2?!
Los niños descontentos no se hacían esperar.
—¿Por qué no distribuimos la comida equitativamente entre todos nosotros?
Propuso Helen con una sonrisa calmada a lo que uno a uno los líderes de los grupos se fueron juntando para distribuir la comida.
—Como representantes de nuestros grupo es nuestro deber distribuir la comida de manera justa entre todos nosotros, así que por favor las personas de cada grupo hagan una fila.
Propuso Helen a los demás líderes de grupo, a lo que todos aceptaron sin quejas, bueno, todos menos uno.
—Esperen.
—Yo también voy a tomar mi parte.
Dijo para meter la mano en la canasta.
—¡Häel Nakamura te ordeno que quites esa mano inmediatamente!
Dijo sosteniendo con fuerza la mano de Häel, haciendo que este lo mire con una mirada retadora.
—Oblígame Hanzō.
—Todo en esta canasta estará bajo el control de los líderes de grupo, ósea, bajo nuestro control.
Dijo mientras apretaba más el agarre en la mano de Häel.
—Nadie además de los líderes de grupo puede tomar comida de esta canasta sin nuestro permiso, ¡¿Entendido?!
En ese momento, una voz empezó a hablarle a Häel, tratando de hacer que esté despertara.
—… ¿Que se cree este plebeyo? Apretando con tanto descaro la mano de un príncipe como yo…
Häel no diría nada y, tomaría impulso con la mano que le quedaba libre, para acto seguido destrozarle el ojo a Hanzō. Dejando en chock al resto de líderes.
—¿Qué fue lo que dijiste? ¡Dilo de nuevo!
Diria este de forma amenazadora, mientras con su mano ya libre apretaba el cuello de Hanzō mientras este se retorcía del dolor.
—¡KUGHHHH!
—Te dije que lo dijeras de nuevo.
Dijo mientras apretaba el agarre en el cuello.
—¡¡GAAAAAHH!!
—¡Suéltalo loco hijo de perra!
—¡Suéltalo ahora mismo!
Gritaban Rūst y Helen mientras trataba de quitar a Häel de encima de Hanzō. Häel solamente les daría una mirada retadora mientras enterraba su mano más profundo en el ojo de Hanzō.
—¡GAAAAAHHH!
??: Esta loco…
??: Hay que alejarnos de él.
??: Es un monstruo
Decian con miedo mientras veían una figura en forma de serpiente blanca de ojos rojos detrás de Häel
—¡¿Este bastardo… no se ha vuelto completamente loco?!
Pensaba Barou, uno de los líderes de grupo mientras veía con asombro a Häel,
—Por favor suéltalo Häel. No puede responder de esa manera.
Hablo Lee ming con voz tranquila mientras le ponía la mano en el hombro a Häel.
—¿Por que debería?
—Debió de haber entendido tu punto después de que le hagas eso, ¿No crees?
—¿Qué hay de la comida?
Pregunto mientras hundía un poco más su dedo en el ojo de Hanzō.
—Nadie tocará tu parte ¡¿Cierto?!
Pregunto Helen a Los demás líderes de grupo, quienes inmediatamente aceptaron la demanda de Häel. Barou solamente se limitó a levantar ambas manos en señal de rendición y Sael solo asintió con algo de miedo. A lo que Häel finalmente accedió a soltar a Hanzō. Se levantó y se acercó sin dudar hasta aquella canasta mientras Hanzō sostenia el lugar donde debería estar su ojo.
—Tú… ¡Hijo de perra!
Gritaba mientras mientras temblaba.
—¿Qué? ¿Qué quieres que le haga lo mismo a tu otro ojo? Siéntete libre de venir a atacarme si quieres quedarte ciego.
Advirtió Häel para tomar su porción de comida y alejarse en la oscuridad una vez más.
—Maldito loco bastardo.
15 minutos después.
Estaban todos comiendo en total silencio, parece ser que lo ocurrido hace rato les dejo con un mal sabor de boca.
Y así de pronto pasó una semana.
—Esta es una prueba, una prueba para filtrar a los niños más fuertes. Fue así desde el principio, y estoy seguro de que continuará así hasta que cumplan su objetivo.
Pensaba Häel mientras observaba a los demás niños desde la distancia.
—Muchos niños morirán en el proceso.
Dijo mientras recordaba los cadaveres que había visto hace algunos días atrás.
—Todos podrían haberse convertido en mis enemigos tarde o temprano.
Pensó mientras veía a los demás niños jugar y divertirse.
—¿Cómo has estado últimamente? ¿Sigues estando bien incluso después de hacer a casi todos aquí tus enemigos?
—¿Para que estás aquí Helen?
—Solo quiero conversar, no me vayas a destrozar un ojo, tranquilo.
—¿De que quieres hablar?
—Después de hacer, muchos niños dejaron el grupo de Hanzō.
—Y tu grupo se volvió el más grande de todos.
—¿Huh? Pensé que no estabas interesado ya que mantenías tu distancia, pero supongo que has estado vigilándonos todo este tiempo.
Dijo con una sonrisa juguetona.
—Mientras muestren interés en mi yo también los mantendré vigilados.
Dijo volteando a ver a Hanzō.
—Es la que menos come después de asegurar la mayoría de comida para su grupo. Por eso es que los demás niños son tan leales a Häel. Sin duda es la que más resalta entre los demás líderes…
—¿Sigues viviendo en ese oscuro cuarto? ¿Por que los otros niños están cautelosos de ti?
—Es cómodo ahí.
—Ya veo.
—Además también quería ganar más tolerancia al veneno. Bueno… ya que ser mordido ya no duele, supongo que me he vuelto más o menos resistente a él.
Pensaba mientras veía las cicatrices en sus manos.
—¿Por qué no te unes a nuestro grupo en lugar de quedarte solo por tu cuenta?
Dijo mientras abrazaba fuertemente a Häel por la espalda.
—Creo que ya he respondido a esa pregunta.
Respondió con un sonrojo notable en sus mejillas, después de todo nadie lo había abrazado mucho tiempo.
—¿No dijiste que esperarás y observarás? ¡Oh! Es la hora de la comida.
—¡Espero que ninguno de ustedes idiotas decida meterse en la canasta esta vez! ¡Si no quieren caerse para morir después de que corten La cuerda mientras sube, ¡¿Quedó claro?!
Hablo Barou con autoridad.
—¿Qué demonios?
—¿Por que mierda solo hay esto?
Se preguntaban Barou y Rūst confundidos mientras veían la cesta a menos de la mitad.
—¿Qué?
—… Ha comenzado la prueba.