—¡PUTA MADRE! — tiró la laptop con fuerza contra la cama, la cama suavecita amortiguó la caída del aparato. Estaba enojado pero no era estupido.
En la privacidad de su habitación Ovidio se dio el lujo de verse como un absoluto lunático mientras miraba con rabia (y alivio) a su laptop intacta.
El muchacho sentía que perdía la cabeza, había pasado toda su tarde libre leyendo una novela ABO. El día había empezado muy bien cuando se le fue informado de que su profesor de la tarde no vendría a la Universidad ya que no tenía ánimos para dar clases.
Entonces Ovidio hizo lo que todo hombre de 24 años que estudia letras haría: leer hasta que se sienta harto y consumido, casualmente encontró una novela de una temática que no le gustaba pero decidio darle una oportunidad.
—Por novelas como esta es que no leo omegaverse— comentó al aire mientras se lanzaba sobre la cama, como se podía predecir, la novela ABO que leyó era una completa decepción más—es más de lo mismo, maltrato, manipulación, abuso, relaciones sexuales forzadas y ningún personaje coherente, otra decepción a la lista.
Miro la portada de la novela deseando poder aplastar la cara sonriente del protagonista masculino en la pantalla "ese bastardo" pensó Ovidio con ira en su corazón, toda la novela era un absoluto cliche, se podría resumir brevemente de la siguiente manera "bastardo alfa quiere usar a omega, engaña a omega para que se deje usar, bastardo alfa usa, manipula y daña a omega, omega no se entera de nada, bastardo alfa se enamora, omega descubre que lo engañaron y que esta embarazo, omega escapa, alfa se arrepiente, omega perdona... "
"¡El omega no era culpable de nada! ¿Por que tuvo que pasar por toda esa mierda? ¿Solo por que es omega? De lo único que es culpable este chico es de perdonar a ese imbécil y poner el apellido del alfa en sus hijos" Ovidio no pudo evitar apretar la laptop entre sus dedos mientras pensaba con irritación, dejó el aparato sobre la mesa de luz y enterró su rostro contra la almohada.
Tomó algunas respiraciones para calmarse, se repitió que solo era una novela y que nada era real, pero una parte en el corazón del joven seguía enojadose cada vez que recordaba que pasó toda su tarde libre leyendo esa cosa que resultó en un desastre.
Pasaron varios minutos antes de que el muchacho se enderezara de la cama para ir al baño, cepillo sus dientes aburrido mirando su monótono rostro en el espejo, cepillarse es importante por que es de sucios no hacerlo antes de ir a dormir.
Volvió somnoliento a su reconfortante cama, tan cálida y suave, enterró su rostro en la almohada e inmediatamente se quedó dormido por el cansacion mental que le provocó esa novela.
Y así, Ovidio murió por asfixia durmiendo boca abajo.
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Tierra cayó sobre sus párpados y un potente olor a humedad perforó su nariz, las cejas del chico se juntaron en un ceño fruncido, intento alejarse de las molestias frotando su rostro contra la almohada pero como consecuencia un perforante olor a humedad y suciedad lleno tanto su nariz que podría saborearlo.
El asqueroso olor lo hizo tomar consciencia pero no abrió los ojos de inmediato. Esta no podría ser su casa con una cama cálida y sabanas limpias "¿lo secuestraron? ¿Para que? ¿Y como no se dio cuenta? " pensó Ovidio simulando estar profundamente dormido en caso de que alguien lo este observando.
No pasó nada luego de varios minutos por lo que el tenso muchacho se calmo un poco y abrió sus ojos con cuidado, lo primero que vio fue una pared de madera casi en ruinas y corroida por la humedad, solo eso deshizo sus sospechas de secuestro ¿quien podría a sus víctimas en un lugar que parecia que se derrumbaria con la patada de un niño de 4 años...?
Y si era un secuestrador, no era uno muy listo.
Ovidio se sento sobre la "cama", que en realidad era una montaña de trapos viejos. Cuando se movió se percató de una prenda vieja colgado junto a su rostro de manera que desconcertó al chico, dubitativo movió su mano hasta la prenda y tenteo un poco... De esta manera descubrio que parecía tener algo así como cuernos que van en espiral a ambos lados de su cabeza y que la prenda se había quedado atrapada en su cuerno.
Fue justo ahí que la cordura y compostura de Ovidio salieron volando por la ventana para caer en medio de la calle donde un camión de carga las aplastó.
—... ¿Mamá? ¿Megan?— su voz tembló mientras se ponía de pie, no quería pensar en nada, todo su cuerpo temblaba ante la posibilidad, se quedó en silencio esperando que alguien responda su llamado pero nadie lo hizo, entonces volvió a intentar llamar.
Pero nadie respondio, con todo su cuerpo temblando en un poderoso intento de contener el remolino de emociones que sentía y ninguna era positiva, camino hasta la destartalada puerta de madera y miro hacia el exterior.
Parecía ser una calle marginado, todas las casas eran igual o peor que la suya y las personas que pasaban no se veían amables en absoluto, por no hablar de que tenía características de animales como orejas peludas o colas largas, cortas y de toda clase.
—¡Ovidio! Pequeña ovejita ¿finalmente decidiste despertar? Ya creíamos que te habías muerto o algo así— un hombre de cabello largo y despeinado se acercó con una sonrisa que Ovidio no supo interpretar, el muchacho de los cuernos recién descubiertos miro al hombre frente a él con extrañeza, casí se desmaya cuando se dio cuenta de que la cola peluda detrás del hombre se movía sola—Chico ¿estas bien? Te pusiste pálido de la nada.
La oveja no dijo nada y cerro la puerta lentamente frente al hombre, quien se quedó confundido en el exterior de la casa.
"¿Que? ¿Que? ¿Que? ¿Que? ¿Que?"
Eso era todo lo que podía pensar en ese instante, sus manos temblaron como locas mientras esparcia los arapos sucios que había usado como cama momentos antes, estaba acostado en esta pila de ropa cuando despertó y creyo que podría haber una respuesta a su situación, pero no encontró nada útil.
"... ¿Es esto lo que llaman transmigración..? " Se preguntó a sí mismo en silencio cuando se dio cuenta de la posibilidad, no estaba para nada feliz ¿como podría estarlo? no había nada en este mundo para él o de él, no sabía quien era, donde estaba ni el estado en que se encuentra y no le importa saberlo.
"Mierda, mierda" Solo quería maldecirlo todo y a todos, sentía un nudo en su garganta, ¡Tenia una familia, una madre linda y una tonta hermana mayor, tenía amigos, joder, tenía una vida!
Ovidio se dio cuenta de un punto; si era cierto que transmigro, entonces sería casí imposible volver a ver a sus seres queridos.
La respiración de Ovidio se corto cuando pensó en esto, todo su cuerpo se congeló y sintió que sus ojos se humedecian, su pecho pesaba como su cargará con un millon de rocas, las lágrimas luchaban por salir y cantar sus penas.
"... No es justo, no es justo en absoluto, quiero volver" No había tenido suficiente de su otra vida, paso su último día leyendo una novela basura que detesto y ni siquiera saludo a su madre, no le dijo a su hermana lo mucho que la apreciaba, no se río con sus amigos, no, nada de eso, paso su maldito último día leyendo una novela.
El muchacho se acurruco en los arapos sucios y las lágrimas empezaron a caer, aunque no eran muchas, cada una parecía cargar una tristeza y arrepentimiento pesado que contaban la historia de un hombre que despertó sin nada ni nadie cuando hace unos momentos lo tenía todo.
"... Quiero ver a mamá, quiero que cenemos los tres juntos, quiero salir con mis amigos ¿donde mierda estoy?" De esta manera, triste y con un doloroso vacío en el medio de su pecho, vacío y frío como agujas de hielo que perforan sus órganos y al mismo tiempo lo quemaban, Ovidio cerro sus ojos en un débil e inútil intento de contener su agudo dolor.
"Quiero volver"
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¡Hola! ¡Aquí la persona que escribe esto!
Sere honesto, escribí esto por que estaba enojado y tenía que escribir algo para sentirme mejor, la idea es cliche y tan usada como... Bueno...
¡Dare lo mejor de mi con esto...!