—Estoy listo para firmar el contrato, padre. He considerado todo lo que había que considerar.
Melia habló con una mirada decidida en su rostro.
Orfeo miró a los ojos de su hija, y luego, asintió,
—Muy bien entonces. Supervisaré la firma del contrato.
Melia miró a Nux y asintió. Nux miró a Orfeo,
—Da un paso adelante, humano.
Nux asintió, luego avanzó, Orfeo colocó el contrato sobre la mesa frente a él, Nux y Melia leyeron el contrato de nuevo, y luego, Nux lo firmó.
Melia hizo lo mismo y una vez que ambas partes terminaron de firmar el contrato,
Orfeo avanzó y,
—Bajo mi autoridad como Duque del Reino de Sangre, este contrato ahora estará en vigor. De ahora en adelante, cualquier parte que vaya en contra de este contrato será tratada como enemigo jurado de la Casa del Duque Corazón de Sangre.
Diciendo esas palabras, un Sello apareció en la mano de Orfeo y él lo estampó en el contrato, haciéndolo legal.
Orfeo miró a las dos partes y habló,