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El corazón de Yang Luo dio un vuelco. —¡De repente se dio la vuelta y atacó con su espada!
¡Estruendo!
—¡Los cuatro feroces ataques fueron todos destruidos por esta espada y explotaron en el cielo!
La terrorífica explosión hizo temblar toda la plaza e incluso los edificios circundantes.
—¡Después de destruir estos cuatro ataques!
—¡Yang Luo miró a lo lejos con un brillo frío en sus ojos!
—¡Xu Ying y los otros que estaban en medio de una feroz batalla también se volvieron para mirar!
Cuatro figuras se pararon sobre las cuatro estatuas en la distancia con expresiones frías y una intensa intención de matar surgiendo en sus ojos.
Parados sobre las cuatro estatuas había cuatro hombres extranjeros.
Uno de los hombres era alto y musculoso, con cabello corto marrón. Llevaba una chaqueta negra y un par de guantes de metal negros. Su cuerpo brillaba con luz negra.