—¡Sintió que la presión y aura que estallaba de Yang Luo realmente lo habían suprimido!
—Un atisbo de sorpresa apareció en los ojos del Carnicero Malvado —notó el observador—. Sin embargo, no tenía ningún miedo. En cambio, ¡sus ojos revelaban una intensa intención de batalla!
—¡Lucha! —gritó el carnicero malvado al cargar hacia Yang Luo—. ¡Como un camión!
—¡Clang, clang, clang!
—La fuerza del Carnicero Malvado era aterradora al extremo. Cada paso que daba podía aplastar un gran número de losas de piedra!
—Además, el Carnicero Malvado no solo era enorme, ¡su velocidad tampoco era lenta!
—¡Lucha! —gritó Yang Luo transformándose en una figura dorada que cargó hacia adelante.
—¡Y en ese instante!
—Yang Luo y el Carnicero Malvado cerraron la distancia lanzando un golpe al mismo tiempo —añadió el observador—. ¡Un enorme puño dorado y un enorme puño de platino se deslizaron por el cielo, aplastando el aire y emitiendo sonidos crepitantes!
—¡DONG!