"–Te amo, Abigail —Chris confesó—. Chris contuvo su aliento subconscientemente mientras esperaba que ella dijera algo.
Por fin, él finalmente lo dijo. Esas cuatro pequeñas palabras que había estado guardando en su corazón. Había planeado una gran confesión, una inolvidable, pero no tuvo elección ahora que llegó a este punto. No esperaba que Abigail terminara queriendo quedarse en este país. Nunca se le pasó por la cabeza. Tenía todo planeado en su mente. En el momento en que aterrizaran de regreso en su país, iba a llevarla a su casa y pedirle una cena romántica. Habría reservado un restaurante entero para que sólo ellos cenaran allí, preparado un espectáculo de fuegos artificiales justo afuera de la ventana y luego la abrazaría y le diría esas cuatro pequeñas palabras.