—Ah, eso. Solo fui a hacer una visita rápida porque se me acabaron las pastillas. Yang Liqing solo me acompañó —explicó ella, pero en el fondo quería contarle lo que la estaba molestando.
Shen Yi la miró como si intentara dilucidar si le decía la verdad o no. Luego asintió, pero no dijo nada más. Ambos siguieron comiendo en silencio, con Lu Xinyi mirando a su esposo de vez en cuando. No le gustaba ocultarle cosas, pero necesitaba escuchar la opinión de Zhao Xi primero antes de sincerarse con él.
Una hora después, la pareja se encontró con Kang Wei y Zhao Xi. La doctora sonrió apenas vio a Lu Xinyi salir del auto de Shen Yi y la saludó con entusiasmo.
—Xinxin, ¿estás bien? Vimos las noticias. Por favor, no te tomes a pecho esos desagradables rumores. No saben de lo que hablan —dijo ella tomando sus manos y consolándose. Estaba feliz de que Zhao Xi estuviera ahí. De verdad necesitaba una confidente que la escuchara.