Edén apretó más fuerte su teléfono.
—¡No lo harás! —dijo Jeanne claramente—. Y si no lo harías por él, ¿por qué lo haría Michael? Solo tiene miedo de que lo delates. Por eso te manda lejos. Sin embargo, mandarte lejos no es la mejor manera de protegerlo, pero matarte sí lo es.
La expresión de Edén cambió.
Luego, se volvió para mirar a Jake, que estaba a su lado.
Ya estaban en el barco para sacarlos de contrabando del país.
Su objetivo siempre había estado claro. Desde el momento en que Michael le dijo que se fuera, su ruta había sido planeada a la perfección.
Jake lo llevó directamente a un puerto en la ciudad de South Hampton. En ese momento, las fuerzas armadas en la ciudad de South Hampton aún no se habían movilizado, por lo que su viaje sería tranquilo.