Quinn Sanders era la definición misma de una mujer independiente y moderna.
—Por cierto, ¿por qué me buscaste? —preguntó Quinn Sanders.
Ella sabía que Jeanne no vendría a menos que pasara algo.
—Escuché que Joshua Lawrence viene a acosarte a menudo. —Jeanne no se anduvo con rodeos.
—No es exactamente acoso. —Quinn sonrió.
Cuando sonreía, se veía digna. Quinn estaba acostumbrada a poner su sonrisa profesional.
Ella respondió:
—Solo ocasionalmente pregunta sobre mi trabajo.
—No es un buen hombre —dijo Jeanne sin rodeos.
Quinn miró a Jeanne.
—Por supuesto, no es muy capaz, así que no será una amenaza para ti. Pero está en connivencia con Eden Swan y ese hombre es astuto y hará cualquier cosa para lograr sus objetivos. Ten cuidado —Jeanne le recordó.
Los ojos de Quinn se estrecharon al examinar a Jeanne.
Jeanne no dijo más.
Se levantó:
—No quiero que nada te suceda mientras él esté en Lawrence Empresa, Directora Sanders. No puedo soportar la responsabilidad.