บท 1: UNA PESADILLA DE TRES AÑOS.
¡Ding Dong!
Acaba de sonar el timbre, cosa que me extraña porque me acabo de mudar aquí, sólo llevo un mes. Puede que sean mis padres, pero no creo, ahora vivo en la otra punta del país y no es mi cumpleaños, así que tampoco me podrían haber dado una sorpresa. Todavía no he conocido a ningún vecino y me han llamado desde la puerta del piso, no del portal. A lo mejor alguien se quiere presentar.
¡Ding Dong!
Vaya, estoy tardando en abrir la puerta, menuda falta de educación por mi parte.
Me dirigí hacia la puerta, idiota de mí que no se me ocurrió la maravillosa idea de echar un vistazo por la mirilla. Quité el pestillo y abrí la puerta para recibir a mi supuesto vecino.
Tuve que elevar la mirada para saber de quién se trataba, lo que vi era aterrador: Una figura cuernuda de unos tres metros me miraba con sus ojos similares a los de un gato. Su enorme sonrisa no era precisamente apacible, de ella goteaban unas gotas del color de la tinta, los brazos le colgaban y hacían que las manos rozasen el suelo, los dedos de estas eran largos y puntiagudos. Aquel ser carecía de pelo, lo único que lo cubría de lo que quiera que tuviese por dentro era una piel fina del color de la pez y con una sensación vizcosa. Eso no era un vecino.
No sé por qué pero el monstruo me resultaba familiar, pero estaba tan atormentado que no dediqué tiempo a averiguar de qué me sonaba, me giré rápidamente para volver a casa y cerrar la puerta, pero esta había desaparecido junto a mi casa. Mirando con precaución al monstruo di un paso hacia atrás, pero mi pierna tocó vacío, volví a girarme, no había nada, la Calle Morera, el barrio, toda Barcelona... Nada, todo había desaparecido y lo único que quedaba era un espacio blanco infinito del que no había escapatoria.
Allí estábamos, aquel ser y yo, en la nada. No lo pensé dos veces, necesitaba salir de allí, di media vuelta y empecé a huir del monstruo, él no se inmutó, seguía mirando con cara de querer colgarse mis órganos cuales adornos. Pero por más que corría no avanzaba, mis piernas se movían, pero no me desplazaba. Fue una sensación muy rara.
No quise tocar a ese ser, aunque lo único que hacía era mover la cabeza para seguirme con la mirada, pero tampoco quería quedarme ahí para siempre. Lo único que podía hacer era intentar interactuar con el monstruo, que parecía ser mi único billete de vuelta.
- ¡Eh, tú! Dime cómo salgo de aquí -Le grité mientras me acercaba a él.
El monstruo me seguía mirando como si nada.
- ¿No me has escuchado? Llévame de vuelta.
Me acordé entonces de qué llevaba mi móvil en el bolsillo, pero este no se encendía, como si de repente se le hubiese gastado toda la batería. No podía llamar a nadie.
Después de cuatro días esperando a que pasase algo, entendí que era yo el que tenía que actuar para que pudiese salir de ahí, así que me armé de valor y empecé a tocar al monstruo, quien seguía sin moverse a pesar de los días. Rocé sus dedos y él siguió sin inmutarse, el tacto era muy desagradable, como si una babosa hubiese pasado por encima de un cactus y ahora estuviese en mi mano. Debo recordar que mi compañero mide como tres metros así que no pude tocar mucho más de su rodilla.
Se me ocurrió escalar hasta su cabeza e investigarlo, pero cuando llegué a la altura de su hombro, el monstruo me devoró abriendo su enorme boca, aunque sin dientes. Lo siguiente que vi, bueno, de hecho no veía nada, todo era un espacio negro, lo único que divisaba era mi cuerpo que yacía en el suelo, me levanté lleno de preguntas y cegato, el ser no estaba, pero tampoco parecía que estuviese dentro de él.
Me di cuenta de que el suelo está vez era de arenisca, por lo menos tenía sólido debajo de mis pies y no parecía que estuviese flotando. Estaba agotado así que me volví a tumbar y me dormí.
De repente un sonido grave como un golpe me despertó, y al ver lo que tenía delante me paralicé, era otro monstruo, idéntico al anterior, solo que este era de color blanco nuclear y desprendía luz, volví a dejar que me comiese. Este me llevó hasta otro escenario de color blanco al igual que al principio, incluso me esperaba otro ser de esos, pero en negro, no sabía si se trataba del mismo, uno diferente... Mi cuerpo reaccionaba solo y me llevaba directamente y literalmente a la boca del lobo.
Así una y otra vez, alternando colores, blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro... Cada vez que pasaba de color, la siguiente escena describía en lo que sería una pared unos números, según iba avanzando ponía un día, dos días, tres, cuatro...
Yo ya lloraba del cansancio, me arrastraba una y otra vez cayendo en las fauces de aquellos seres. En una de esas me dio por fijarme en los números: "1521 días". No lo podía creer, ¡Tres años! Debía parar eso como fuese. Cuando estaba apunto de volver a ser devorado por el monstruo blanco, me agarré a su cuerno con firmeza, al hacer tanto esfuerzo entre lo que mi cuerpo quería y lo que hacía me acabé golpeando contra el cuerno quedándome inconsciente.
Me desperté repleto de sudor, seguía estando todo oscuro, y la sensación de arenisca seguía en mi piel. Volví a dormirme, no sabía si lo que me acababa de pasar era de verdad o solo fue un sueño, ya todo lo encontraba muy poco real.
ความคิดของผู้สร้าง 
aparvar2601
aparvar2601 Holaaa, tiene gracia pero solo tengo 13 años, llevo ya bastante tiempo con el libro y por fin lo estoy pasando a digital. Plis esto me está costando lo suyo, un simple apoyo es mucho más q suficiente. Muchas gracias por leer!!! Espero q os guste :)
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