—Aunque todo el mundo en el pueblo quisiera matarla, durante esos veinticuatro años de su vida, vivió bajo su protección, segura y sana.
—Sin ellos, podría haber seguido a su madre hace mucho tiempo con su cuerpo débil y su enfermedad.
—Con su estado débil, ¿a dónde puede ir? ¿Cuánto puede durar si nadie cuida de ella?
—Caminó veinte pasos y respiraba con dificultad, como si estuviera a punto de morir. No hizo nada además de ser una carga para ellos.
—¿Cómo puede tener la cara de gritar que los odia cuando hicieron todo para salvarla?
—Si no le traen comida y ropa, ¿cómo puede estar viva ahora? No era una persona ingrata.
—Su amor le dio la fuerza para luchar por su vida hasta ahora. Su afecto le dio la fortaleza para esforzarse en vivir hasta ahora. Ellos le dieron la vida; incluso si querían recuperarla, ella no tiene nada de qué quejarse.