Detrás del Templo del Dios Bestia, la escondida cueva del vino.
Galian Walto estaba decantando vino de frutas de una gran urna de piedra en calabazas y tubos de bambú, uno tras otro.
Ashley miraba a este miembro del Clan de la Rata que había pasado por el ritual de adultez con ella, ahora residía en la Cueva Femenina, y con cada encuentro, parecía más demacrada y flaca que la última vez. La compasión brotaba en Ashley. —Galian, estamos cortos de personal en el Paraíso de los Cachorros. Arreglaré para que vayas allí.
—No es necesario —respondió Galian mientras empacaba el vino de frutas lleno en una canasta de mimbre—. Todavía quiero quedar embarazada, pero ningún macho me casará. Con mi baja Fuerza de Fertilidad y apariencia poco atractiva, la Cueva Femenina es el único lugar donde puedo esperar concebir. ¿No logró la madre de Sally's, una mujer de rango inferior de la Cueva Femenina, concebir? Si ella pudo, yo también puedo.
—Cada cuerpo es diferente —dijo Ashley.