El tío Wu se echó a reír: —Ruoxue, ¿realmente crees eso? Si es así, no le ayudes. Veremos lo que puede conseguir sin tu ayuda.
La razón por la que el tío Wu se dirigía a Qin Yu de forma tan agresiva no era solo porque le caía mal, sino porque tenía una agenda personal: El hijo de su difunto amigo había estado enamorado de Yan Ruoxue durante muchos años, pero ella siempre permaneció apática a sus afectos.
Sin embargo, de repente mostró tal interés en un hombre ordinario que había estado casado una vez. No era de extrañar que estuviera molesto.
Yan Ruoxue permaneció en silencio durante algún tiempo, luego rio ligeramente: —Tío Wu, no tendré piedad con nadie que intente hacerle daño.
El tono de Ruoxue era tranquilo, pero una capa de amenaza se entretejía en su voz. Eso iba dirigido al tío Wu.