—¡No! —Gritó con los ojos cerrados. Pero después de un rato, el dolor que esperaba no llegó. Lentamente abrió los ojos y se dio cuenta de que había caído al suelo por miedo. No solo eso, se había orinado encima. Lo que lo enfureció y lo hizo sentir más avergonzado fue la risa de ella.
—¡Jajajaja... qué lindo! —Una vez que dejó de reír, preguntó: —¿Firmas o no?
—Tú...
—¡Bang!
—¡Ahhhh! —Joven Maestro Wu gritó y se agarró la pierna que le habían disparado.
—¿Firmas o no?
—¡Maldita seas, tú...!
—¡Bang!
—¡Ahhhh! —Gritó de dolor. Esta vez, le habían disparado en el tobillo.
—¿Firmas o no?! —Jeslyn repitió con su arma aún apuntando hacia él, pero esta vez, apuntando a su cabeza, lista para volarle los sesos. Aunque no estaba segura de si su puntería sería correcta.
—Yo... yo firmaré. ¡Firmaré! —Dijo Joven Maestro Wu.
—¿Por qué me hiciste pasar tanto estrés al jalar el gatillo? —Lo miró con enojo antes de lanzarle un documento y un bolígrafo.