—¿Por qué estaba aquí siquiera? ¿Vivía acá? —Nick pensó.
—Probablemente no. Ese andamio era muy endeble y no muy grande.
—Pero entonces, ¿qué diablos hacía ese tipo bajo esta casa?
—Quiero decir, los inquilinos dijeron que pasaban cosas raras en su casa, que seguramente eran obra suya.
—¿Pero por qué? ¿Lo hacía a propósito? Según lo que decían los inquilinos, tenía que ser a propósito.
—Esto significa que ese tipo estaba aquí abajo por alguna razón, y no creo que sea una muy honesta y buena.
Al final, Nick solo pudo suspirar.
—Supongo que la respuesta se fue con él.
Splash, splash, splash.
Al momento siguiente, Nick vio y escuchó varias cosas entrando en el agua.
Nick alzó una ceja cuando vio un par de ratas nadando hacia el lugar donde el tipo había caído a las alcantarillas.
—¡Gracias, Nick! —Nick movió su cabeza sobre el borde y miró hacia dónde venía la voz.
Una rata estaba colgada del techo, mirándolo desde unos dos metros de distancia.