Estaba oscuro, otra vez, y él seguía flotando; un punto de luz en una vasta galaxia.
Ahora recordaba; no era un sueño. Era un recuerdo. Había estado aquí antes, durante mucho, mucho tiempo.
O al menos, él pensaba que había sido mucho tiempo. No había manera de saber cuánto tiempo había pasado aquí.
Pero recordaba la espera. Flotando y esperando que su alma estuviera completa de nuevo.
Y luego, mientras flotaba, escuchó una voz. El centro del universo, susurrando en su alma agrietada.
—encuéntrame
—¿Dónde? —preguntó él.
—encuéntrame cuando estés completo
—¿Qué significa eso? —flotaba confundido, girando dentro de la vasta galaxia. Había estado flotando en una órbita fija, pero salió de ella inconscientemente y chocó con otro punto de luz.
Otro punto de luz roto. Igual pero diferente.
Como un gemelo.
Como otra parte de sí mismo.
Y con asombro, tocó ese punto de luz roto.
* * *
—¿Cómo está? —preguntó Natha.