De inmediato, el guapo rostro de Lance se oscureció.
A Charlie no le importaba. Observó a Yvette y preguntó con preocupación:
—¿Estás bien?
Yvette negó con la cabeza.
Lance estaba tan enfadado que estaba a punto de explotar. Aún guardaba rencor desde la última vez.
Presionó su lengua contra las muelas y dijo:
—Charlie Raison, estás en todas partes, ¿verdad?
Sus miradas se encontraron en silencio en el aire, ninguno evitando al otro.
—Señor Wolseley, debe estar bromeando.
En comparación con Lance, que estaba furioso, Charlie estaba mucho más tranquilo.
Charlie dijo calmadamente:
—Yvette y yo somos amigos, y nos llevamos como tales. Señor Wolseley, creo que usted es quien debería comportarse. Después de todo, es obvio que Yvette no quiere nada que ver con usted.
Lance ignoró la última parte de las palabras de Charlie. Su atención fue capturada por la primera frase de Charlie.