Tang Yuansi le agarró dedo con fuerza mientras la observaba con una expresión que ella podía leer, pero que no deseaba hacerlo.
Shangxin quiso retirar su mano, pero Tang Yuansi no se la soltó.
La expresión del rostro de él se puso más dura cuando le exigió con los dientes apretados: —¡Retira tus palabras!
—¡No! —Shangxin quería quitar su mano, pero Tang Yuansi era muy fuerte con todo y que él tenía su figura delgada.
La fuerza que ella estaba ejerciendo parecía más que todo un cosquilleo para él.
Luego, presionaron todo su cuerpo sobre el sofá.
El cuerpo esbelto de Shangxin descansaba sobre el sofá, mientras el cuerpo frenéticamente caliente de él se encontraba frente a ella.
—Lo diré una vez más, ¡retira tus palabras! —su voz estaba llena de disgusto e intimidación.
—¡No lo haré! ¡Yo... Mmm!