Ella se dio la vuelta y entró en su auto al momento de terminar su frase. Justo cuando estaba a punto de arrancar el motor, alguien abrió la puerta del pasajero súbitamente.
Tang Yuansi se sentó en el asiento del pasajero y automáticamentese abrochó el cinturón de seguridad.
Él la miró de refilón y le dijo: —No puedo conducir porque ingerí algo de licor. Te acompañaré de vuelta.
Shangxin: —...
Qué táctica para acompañarla de vuelta...
¿Por qué no le dijo directamente que no creía lo que ella había dicho y que, por lo tanto, quería seguir vigilándola hasta asegurarse de que se fuera a su casa?
Shangxin miró hacia otro lado para ocultar la decepción que mostraban sus ojos.
Ella prendió el motor y condujo en dirección al hotel.
Cuando el auto se detuvo afuera de la entrada del hotel cinco estrellas, ella observó los cambios en la expresión de él con mucha claridad, y una sonrisa de burla se dibujó en la comisura de su boca.