La esfera negra que abarca más de cien metros barrió todo el poder y lo mantuvo reprimido. Incluso Gulidan no pudo evitarlo. Innumerables grietas espaciales permanecían en los alrededores de la esfera, y todo el poder estaba ejerciendo presión sobre él.
Gulidan medio agachado en el aire, sus músculos rojos como el acero se hinchaban continuamente mientras las vibraciones de truenos reverberaban.
Entonces, el poder de Gulidan aumentó y se pudo ver pliegues espaciales bajo los pies de Gulidan. Agarró con fuerza su espada y la cortó en un arco.
En un instante, innumerables hebras de energía roja parecida a la seda aparecieron en el aire y formaron círculos en espiral que suprimieron el poder de la esfera negra.
En menos de un segundo, la poderosa esfera negra fue cubierta por esa luz de espada roja, que cortó por la fuerza el efecto de la esfera en su entorno, reduciendo su presión.