บท 4: SORPRESAS
Me encontraba en clase de publicidad con Andrea, me encanta esta clase porque es una de las pocas en las que estamos juntas y entendemos sin problemas. Estaba tomando apuntes cuando Andy comenzó a llamar mi atención para contarme sobre su asombroso descubrimiento, nos sentábamos una al lado de la otra así que nunca se enteraban de nuestros cuchicheos.
—Tengo que contarte algo.
—¿Qué pasa?
—El otro día vi a un chico muy guapo en la universidad.—Dijo susurrando y fingiendo que ponía atención a lo que el profesor estaba diciendo.
—¿Y cuál es su nombre?—Dije haciendo lo mismo que ella.
—No lo sé aún chica, pero pronto lo sabré. Planeo hablarle.
—¿Y yo dónde entro en todo esto?
—Sólo tienes que acompañarme a ver a mi hermano a la Facultad de Ingeniería en nuestra hora libre. Tal vez me encuentre al chico guapo por ahí.
—¡Pero eso es al otro lado del campus!
—¿Por favor?— Andy puso esa mirada tan suya a la que no podía resistirme, así que terminé cediendo.
Al llegar la hora libre guardamos nuestros útiles en nuestros casilleros y nos dirigimos a la Facultad de Ingeniería, una vez ahí, entramos al salón donde estaba el hermano de Andrea para que ella pudiera resolver sus asuntos pendientes con él. Al salir de ahí, había mucha gente saliendo de sus salones, así que decidimos salir por la F.I aunque tuviéramos que caminar hasta el aparcamiento de nuestra facultad. Cuando nos dirigimos a la salida, Andy comenzó a mirar hacia todas partes hasta que localizó al "chico guapo" con la mirada y luego lo señaló para que yo lo viera también. Como no pude localizarlo con la misma facilidad que ella, sugerí que nos acercáramos un poco al chico, el cual estaba de espaldas frente a otro chico según mi amiga.
Al comenzar a acercarnos, ambos chicos voltearon y entonces reconocí a uno de ellos… Era Chen sin duda alguna. Llevaba puesta una camisa blanca, un pantalón negro, unos botines y una perfecta de cuero que llevaba colgada al hombro. No podía negarlo, él se veía realmente guapo pero mi universidad era el último lugar donde esperaba verlo, mientras más cerca estábamos de ellos más nerviosa me ponía y no me ayudaba el hecho de que no dejó de observarme, con la misma curiosidad del otro día, hasta que nos detuvimos frente a ellos.
—¿Acaso estás siguiéndome McClane?—Dijo con curiosidad auténtica y enarcando una ceja.
—Creo que soy yo la que debe hacer esa pregunta, yo estudio aquí.—Respondí con el corazón sumamente acelerado y sintiendo el mismo cosquilleo en los pies así como el sudor en mis manos del otro día.
—¿Qué?, yo estudio en esta escuela también.
—¿Qué está sucediendo aquí?, ¿Acaso se conocen?—Dijo Andy aún más sorprendida que yo
—¿Entonces ella es "la chica misteriosa McClane"?—Preguntó el amigo de Chen con curiosidad auténtica en los ojos. Ante esto, Chen se sonrojó inmediatamente y le dio un codazo como diciendo "¿acaso estás demente?"
—"¿Chica misteriosa?"—Dije divertida citando la frase de su amigo—¿Has estado hablando de mí?
—Pero qué descortés he sido, permiteme presentarme. Mi nombre es Oh Sehun—Interrumpió su amigo llamando mi atención y extendiendo su mano hacia mí para presentarse.
—Jordana McClane—Dije mientras estrechaba su mano—Y ella es mi mejor amiga Andrea.
—Es un gusto Sehun—Dijo Andy estrechando la mano de Sehun y sonriendo de oreja a oreja —Y tú debes ser el famoso Chen, ¿Me equivoco?
—¿"Famoso Chen"? Vaya, al parecer me estas haciendo famoso McClane, ¿puedes creerlo?
—¿Y qué me dices de mi nuevo apodo: "chica misteriosa"?
—De acuerdo, estamos a mano.—Dijo Chen con aquella sonrisa pícara que se había quedado grabada en mi mente desde la primera vez que lo vi.
Una vez que terminamos con las presentaciones y el sarcasmo decidimos ir los cuatro juntos a Y&R para conocernos un poco más, ignorando que aún no terminaba nuestra jornada escolar. Resulta que Chen y yo hemos estado estudiando en la misma universidad sin siquiera saberlo, lo cuál me dejó realmente sorprendida. Una vez que estuvimos en el café y tomaron nuestra orden, Andy y Sehun decidieron preguntarnos cómo nos habíamos conocido. Respondí que fue una casualidad al mismo tiempo que Chen dijo: "fue cosa del destino", lo cual se me hizo un gesto tierno de su parte. Por un momento todos en el café dejaron de existir para mí, menos Chen y yo.
Sentados uno frente al otro, nos miramos fijamente a los ojos como intentando leer la mente del otro mientras escuchábamos a lo lejos como nuestros amigos bromeaban acerca de nuestras respuestas.
Andy me sacó del trance meneandome un poco mientras Sehun pasaba su mano de arriba a abajo frente al rostro de Chen.
—¡Vaya!—Dijo Sehun soltando un suspiro—¿Escucharon algo de lo que estábamos diciendo?
—Perdona, me distraje un momento—Le dedique una ligera sonrisa a Sehun y me encogí de hombros.
—Pero en su mirada—Me susurró Andy en el oído a lo cual yo le di una ligera patada por debajo de la mesa y ella solo evitó reírse.
—¿De qué hablaban?—Preguntó Chen
—De que ustedes dos hacen una linda pareja.—Dijo Andy
—Y que nosotros también pensamos que más que una casualidad, fue el destino el que los unió.—Replicó Sehun.
Chen y yo los miramos sorprendidos y al mismo tiempo confundidos.
Chen le quitó la palabra de la boca a Sehun cuando sugirió que mejor habláramos de su "bebé", lo cual nos dejó perplejas a Andy y a mí, entonces Sehun le lanzó una mirada de odio antes de responder.
—El técnico que me mandó mi padre ya está por llegar, oh y justo ahora me está llamando mi padre. Ahora vuelvo.—Dijo mientras se levantaba de la mesa para ir a contestar la llamada.
—¿Sehun tiene un bebé?, ¿Y qué tiene que ver el técnico de su padre con todo esto?—Dijo Andy muy conmocionada.
—No tiene un bebé—replicó Chen riendo a carcajadas—así es como le llama a su auto, el cual su "inteligente" ex novia chocó ayer. Para eso es el técnico de su padre, para que arregle el auto.
—Ahhh, que bueno que lo aclaras. Creí que ya había perdido toda oportunidad con él.—Dijo Andy.
—¡¿Te gusta Sehun?!
—Este… No… ¿Por qué lo dices?, eso no es cierto, ¿qué te hace pensar que es así?—Replicó ella con el rostro colorado al darse cuenta del error que había cometido al decir eso frente al mejor amigo de su crush.
Chen se echó a reír y justo cuando iba a responder, Sehun regresó a la mesa.
—¿De qué me perdí?
Cuando Chen estaba a punto de explicarle la situación a su amigo, Andy lo interrumpió inmediatamente diciendo que no era nada importante mientras nos miraba a ambos con con ojos suplicantes.
—Bueno, no importa. Tenemos que irnos ahora Chen, el Jet de mi padre va a aterrizar en media hora y tenemos que ir por el técnico al aeropuerto.
—Bueno, vamos—Chen se disponía a tomar sus cosas cuando Sehun lo detuvo por el brazo e hizo una seña con la cabeza hacia mí.—Ah sí, adiós chicas.—replicó mientras se acercaba a mí para besar mi mejilla, gesto que correspondí ruborizada.
—¡No!, no insinuaba que hicieras eso. Bueno, a parte.—Dijo Sehun dándole un codazo a Chen—Tal vez sea momento de que hagas algo que olvidaste hacer la otra vez…
Ante esto, me puse algo nerviosa al pensar que tal vez se referían a que Chen quería besarme o algo así y si lo intentaba, tal vez no me molestaría tanto. Entonces, unos segundos después, él se acercó muy dudoso a mi rostro y cuando estuvo lo suficientemente cerca me susurró al oído: "¿Me darías tu número McClane?"
Tardé unos segundos en encontrar mi voz, pues su cercanía me hacía olvidar hasta mi nombre. Su respiración era un tanto nerviosa como la mía y su cuello olía deliciosamente bien, mi corazón latía como loco y el cosquilleo que antes había sentido en mis pies, ahora invadía todo mi cuerpo. Cuando por fin recuperé la cordura, me aparté bruscamente de él para responder a su pregunta.
—¿Mi número?, oh claro.—Dije nerviosamente mientras escribía mi número en una servilleta para dárselo. Una vez que le di la servilleta, Sehun se acercó a mi mejor amiga y le entregó un papel doblado por la mitad esbozando una sonrisa coqueta. Antes de que ella pudiera decir algo, él le dio un beso de despedida susurrándole algo al oído que no pude descifrar. Ante esto, Andy se quedó un tanto confundida pero se despidió sin hacer más preguntas, luego las dos nos quedamos perplejas mirando a los chicos hasta que cruzaron la puerta de salida.
Estábamos a punto de levantarnos cuando vimos a los chicos a través de la ventana, haciendo bulla y agitando las manos en el aire en un gesto triunfal como si hubieran ganado una medalla y luego chocaron los puños antes de irse, todo esto pensando que estaban fuera de nuestra vista. Ante ese gesto, Andy y yo nos echamos a reír y luego salimos del café con una gran sonrisa de satisfacción.
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