—Ya les diré cuando volvamos a la perspectiva de Kat —pensó, aún con Verde.
—Verde no reaccionó —pensó—. Soy una chica durmiendo. Estoy durmiendo. No me pueden llamar a competir si estoy durmiendo.
—Verde sintió la leve presión de unos labios en su frente y los reconoció como los de Gareth —pensó—. Vamos dormilona, acabas de recuperar tu energía, estoy seguro de que estás bien para continuar. —Verde luchó por contener una sonrisa—. ¿No es Gareth el más adorable? Me alegro de que... espera, no, no te distraigas Verde. Concéntrate. No. Reacciones.
—Una sonrisa floreció al instante en el rostro de Verde —pensó—. ¡He fallado! Rápida distracción. —Verde enterró su cara aún más en Gareth. Esto se hizo difícil debido a su armadura de metal, pero no era imposible. —Verde escuchó un suspiro y sintió una mano tranquila acariciándole la cabeza.