Kat se giró para mantener tanto a Eva como a Kress en su visión ligeramente expandida. —Ahora, Eva, eso fue un poco grosero, ¿no crees? Kress y yo estábamos teniendo una conversación tan interesante.
La respuesta de Eva fue sacar una daga de su bota y lanzarla directamente a la cabeza de Kat. Kat se inclinó hacia atrás para dejar que la daga pasara volando cerca de su cara... pero calculó mal una cosa. Cuando echó la cabeza hacia atrás, sus alas se adelantaron para compensar el equilibrio alterado.
La daga se hundió profundo hasta que su empuñadura detuvo su avance en el ala de Kat. Apretando los dientes, Kat rápidamente agarró la daga y la sacó de un tirón, dejándola caer al suelo. —Eso duele, Eva, más a nivel emocional que físico —dijo Kat.
Parece, sin embargo, que el momento para bromear había terminado. Eva avanzó con paso firme y Kress soltó a Clive... aunque fue más bien como si lo hubiera lanzado lejos, pero Clive no se quejó, aunque gruñó cuando chocó contra la pared.