ดาวน์โหลดแอป
21.17% Cultivación prohibida (+18) / Chapter 54: Droga

บท 54: Droga

–Es tozuda– me recibe Yi.

–Sácale el qi. Luego vemos que hacemos– añade Shi.

Yu no dice nada, pero está de acuerdo. Ya lo han hablado entre ellas. Sin mediar palabra, la penetro. 

–MMmmmmm– protesta ella.

Parece no querer gemir ni una vez más. No importa. Embisto en ella. Sin piedad. Absorbiendo su qi. Solo he cogido un poco de Ma Lang. Nuestra sirvienta está en la etapa siete. No muy avanzada. Tardará unas tres semanas en subir. Así que recupero con ella el que he perdido en la batalla.

Lo que sobra, lo uso para practicar "Armadura interior". Ahora, en la etapa nueve, puedo expandirlo a casi todo el cuerpo.

–Tu amiga ha obedecido y la han tratado bien. Ha disfrutado. ¿Para qué este dolor innecesario?– la tienta Yu.

No responde. Yo me concentro en la habilidad, absorber qi y disfrutarla. Parece extremadamente débil cuando la dejo casi sin qi. Sin más que absorber, me dejo llevar hasta que me corro en su interior. Sin preocuparme por ella. Como si fuera un simple objeto para mi placer.

Jadea. Pero se niega a gemir. Ni se rinde a mí. En parte, admiro su persistencia. La que les atribuyen a los héroes. A las figuras que se suele admirar. Los elegidos de la secta suelen ser así. Dicen que solo de esa forma se consiguen superar los propios limites. Claro que muchísimos mueren por el camino por actuar así. Los esclavos somos quienes los enterramos. Otros ni siquiera son conscientes de cuántos mueren.

–No podemos perder mucho más tiempo. Que sufra hasta que muera o se rinda– la sentencia Shi, con frialdad.

Las gemelas son un poco menos decididas. Algo más compasivas. No han vivido la misma vida. Aunque no se oponen.

–¿Por qué no la llevamos atada? La puedes ir torturando por el camino. Hasta que se rinda. O muera. Si hay peligro, la podemos lanzar como cebo– sugiere Yu.

–No es mala idea– acepta Shi.

–¡Una buena idea de Yu!– se burla Yi.

Su hermana la mira amenazante. La otra se ríe.

–Dejad de jugar y atadla– las regaña Shi.

–No os atreveréis…– protesta la estudiante, sin muchas fuerzas.

  Después de ser follada, ¿aún duda que nos podamos atrever a algo? Poco más puede decir. Es amordazada. Sus manos atadas a la espalda. Sus pies atados. La cargo en el hombro. Ella intenta patalear. Pellizco su pierna. Añadiendo qi. Se pone rígida del dolor.

Mando a las hermanas de vuelta. Se queda Shi. Nos besamos. E iniciamos el camino de vuelta.

—————

Puedo ver como Bai Wan sigue con las plantas. Parece entusiasmada. Song y Liang se han llevado a Ma Lang a un estanque. Parece que les cae bien. Me pregunto de que estarán hablando. Lang se ha sonrojado. Incluso se ha escondido bajo el agua. No parece que el convertirse en nuestra esclava le sea un trauma. Ni haber perdido la virginidad.

Ver los pechos de Lang y Song juntos es un espectáculo. Liang palidece en ese aspecto. Pero sus pequeños pechos son también preciosos. Delicados y sugerentes.

Las gemelas se han estado persiguiendo. Hasta que han ido a parar al estanque. Han saltado al agua, salpicando a todas. Liang y Song han empezado a tirarles agua como represalia. Lang parece aún un poco tímida. Me gustaría estar con ellas.

Voy caminando junto a Shi. Atentos al bosque. Sobre mi hombro, la estudiante. Estando en la etapa nueve, no es un problema llevarla. Ahora que lo pienso, no sé su nombre. La llamaré Bronceada por ahora.

Mi mano está sobre su culo. Lo acaricio de vez en cuando. Es una sensación agradable. Si se resiste, la pincho. Inmediatamente el dolor la recorre. También la penetro con el dedo de vez en cuando. O juego con su clítoris. A veces dándole placer. Otras, dolor.

–Si prometes ser buena, todo será más fácil– la tienta Shi.

Bronceada no responde. Claro que está amordazada. Pero tampoco da ningún signo de rendirse. No noto que se someta. Me pregunto hasta dónde aguantará. Si al final tendremos que matarla.

Cuando nos atacan dos lobos, la tiro al suelo. Bloqueo a uno con el bastón. Shi usa "Danza de la Garza" para esquivar al otro y atacar los ojos. Sus niveles no son muy altos. Deben de ser lobos solitarios, que no están en manada. Tendrían mucho hambre para atacarnos. 

Hago rodar al lobo que muerde el bastón, girando este. Cae y lo pateo. Luego lo remato con la punta del bastón, que he reforzado con qi.

Shi debería tener más problemas. Están más o menos al mismo nivel. Pero cada vez está más acostumbrada a enfrentarse a bestias. Y domina cada vez mejor su habilidad. Está probando otras para ampliar su repertorio. Su oponente está lleno de cortes, algunos graves.

Cuando acabamos con los lobos, cojo a Bronceada. La palmeo con fuerza para quitarle la tierra. Y algo de qi para que lo sienta más. La dejo en el hombro y seguimos caminando.

—————

Wan ha estado mezclando algunas hierbas. Parece que ha conseguido una sustancia viscosa. Semitransparente. Incolora. La prueba con la punta de la lengua. La frota entre sus dedos. Debe ser el lubricante. Está bastante roja.

La deja y se pone a hacer otra. Mientras, Yi ha sustituido a Shi. He tirado a la estudiante al suelo para despedir a una y recibir a la otra. Si no fuera por que es peligroso, hubiéramos ido más allá de un beso. Y de manosear sus traseros. Y ellas el mío.

Hablamos sin dejar de vigilar. De caminar. De jugar con la prisionera. De torturarla. Aunque no hay mucha reacción.

Avanzamos por el bosque mientras Wan termina otra droga. Se la queda mirando. La prueba. La huele. Se está poniendo muy roja. Parece nerviosa cuando la tapa. Se queda muy quieta. Se muerde los labios. ¿Debería llamarla? ¿O enviar a alguien?

Veo que sus dos piernas se frotan entre sí. Al cabo de un rato, lleva una mano a la entrepierna. Al principio solo se ha tocado. Luego empieza a frotar. Al principio suave. Poco a poco, más fuerte.

Su otra mano acaricia por fuera de la ropa uno de sus enormes pechos. Parece que era la droga afrodisíaca. Y le ha afectado. Va subiendo de intensidad. Su pecho acaba siendo visible. Su pezón invertido. Su boca abierta gimiendo. Sus anchas piernas acaban completamente abiertas.

Tengo que contenerme. No es el lugar. Si no, atacaría a Yi. O usaría a Bronceada. Mi mano está marcada en su nalga. Quizás debería dejar de mirar. Pero me resulta imposible. Es demasiado erótico.

No se ha quitado las bragas pero las ha apartado. Puedo ver su vello púbico, sobre el que se mueve su mano. La hendidura que esconde, entre la que se mueven sus dedos. Cada vez más rápido. Su cuerpo se arquea. Su boca totalmente abierta. Puedo ver como convulsiona.

No se detiene. Se acaba desnudando completamente. Se pone a cuatro patas. Sus dos manos en su entrepierna. Sus pechos contra la cama. Su boca contra la almohada. Sus caderas se mueven con sus manos. Resulta más que estimulante. Dan ganas de traerla y penetrarla tal cual.

Lástima que no puedo hacerlo. No en este lugar. No a ella. Lo prometí. Y no quiero follarla sin su consentimiento. Me pregunto si sabe que puedo verla. No sé si se lo han dicho.

Las gemelas dicen que se siente acomplejada por estar gorda. Se siente fea. Al parecer, otros se burlan de ella. De hecho, lo he visto. Ni más ni menos que Pu Rong antes de ser mi esclava. A mí no me parece fea. Es diferente a las otras. Pero tan erótica como ellas. Desearía estar allí con ella. En ella.

Vuelve a temblar. A llegar a un orgasmo. Está unos segundos sin moverse. Pero pronto vuelve a empezar, despacio. No tarda en acelerar. Sus carnes vibran cuando se mueve. Sus pechos son tentadores pegados a la cama. Tengo que concentrarme para controlar mi erección.

–¿Sucede algo?– pregunta Yi.

  –No, nada…

–Seguro que estabas mirando a las chicas– ríe ella.

–No te distraigas.

Ella me saca la lengua. Luego me guiña un ojo. En realidad tiene parte de razón. Pero mejor no sepa los detalles. Al menos por ahora.

Wan tiene otros tres orgasmos más. Luego cae sobre la cama. Supongo que está agotada. De hecho, duerme durante unas horas. Cuando se levanta, no tarda en ponerse de nuevo roja. En vestirse. Mira la droga de reojo.

Tarda en calmarse y en ponerse a mezclar más hierbas. Esta vez no las prueba ni las huele. Parece diferente a las otras. ¿Será la de dormir?

—————

Llegamos al mismo lugar de descanso que en el viaje de ida. De hecho, es la tercera vez aquí. No hay rastro de huellas, así que aún debe ser seguro. Mando a Yu de vuelta, que había sustituido a su hermana. Me traigo a las tres esclavas. A Ning le ordeno que haga un escudo de protección. Luego, con Rong, que usen consoladores con la Bronceada. Vaginal y analmente.

A Rui la pongo contra la pared. Yo de pie. Ella cara a mí. Está mojada prácticamente desde que la he llevado a la pared. Sus piernas abiertas, cerradas en mi espalda. La sujeto con mis manos en sus nalgas. Yo de pie. La penetro hasta el fondo nada más empezar. Estoy demasiado excitado. Llevo horas queriendo follar. Culpa de Wan.

–A…Amo… ¡¡Aaaahhhhh!! ¡Siiií…! ¡Asiiiií…! ¡¡¡Haaahhhh!!!

Gime, totalmente entregada. Me mira, suplicante. Pero no dice nada.

–Has estado bien. ¿Tienes alguna petición?

–¿Beso?– pide con cierta timidez.

Sin responderle, ataco su boca. Mi lengua se encuentra con la suya. Su cuerpo sube y baja a cada embestida. La empujo contra la pared. Devoro su lengua, sus labios, su vagina. Casi con desesperación. Ella acepta todo con pasión. Con devoción.

La dejo caer suavemente al suelo. La dejo descansar. Llamó a Ning.

–Las manos contra la pared.

Ella lo hace. Mostrándome su culo. Su vagina chorreando. La penetro. Ella gime excitada. La embisto desde atrás. La agarro de sus abundantes pechos. Estrujándolos. Luego la cojo de su pelo blanco. Se excita.

Cuando acabo con ella, Rui ya está ocupándose de la nueva. Algo le dice. A Rong le ordeno también ponerse cara a la pared. Más cerca que a Ning. Casi tocándola. Sus brazos apoyadas en ella. Hacia arriba.

La penetro con algo más de suavidad. Ya me he tranquilizado un poco. Juego con sus pechos mientras la penetro. Ella gime. Pero sin la pasión de Rui o Ning. No puede negar el placer de su cuerpo. Pero su alma solo es mía parcialmente. Se ha sometido a mí, pero no se ha entregado.

Cuando he acabado con las tres, separo la cueva en dos. Con troncos que tengo en el almacén. Les ordeno follarse a la nueva toda la noche. Pueden intentar lo que quieran para convencerla. Tendrán premio si lo consiguen. Yo prefiero no follarla. No le puede quedar mucho qi. Prefiero estar con las chicas.

—————

Cuando voy a llamarlas, veo que Bai Wan está con ellas. Así que las traigo a todas.

–Wan quería decirte algo– interviene Yu, empujando a su prima.

–Esto… Yo… Las drogas… pociones… están listas. La blanca es la de dormir. Está es… lubricante– dice en un murmullo la última palabra –. La otra… la roja… es la que falta… Solo tenía dos viales de los de lanzar y romper. Estaría bien conseguir más. El resto están en frascos grandes. La de dormir no sé muy bien como va. La otra… Ehmmm… Se evapora en el aire… y afecta a quien la huela…

–Muchas gracias, Wan.

Se pone roja al explicarlo. Ante mi respuesta. Estoy tentado de preguntarle cómo lo sabe. Pero tampoco quiero que explote de vergüenza.

–No he oído nada. ¿Podrías explicarlo más alto?– se queja Yi.

Sabe que su prima está avergonzada. Se está burlando de ella.

–¡E… Eso es todo! ¡Ya puedes mandarme de vuelta!

A pesar de las gemelas, la envío a su habitación.

–¡La has dejado escapar!– protesta Yi.

–No seas mala…– ríe Liang

Ma Lang está al final del grupo. Me mira con timidez. Aparta la mirada al encontrarse con la mía. Esconde su cuerpo desnudo detrás del resto.

–Os encanta molestar a vuestra prima– ríe Song.

––Solo un poco…–– ríen también las gemelas.

Después de ello, deciden tirarse sobre mí. Me inmovilizan entre las cinco. No sé que están tramando.

–Ven Lang.

Ella obedece. Bajo la indicación de las otras, juega con mi cuerpo. Parece que han decidido que sea un muñeco de prácticas. Acaricia mi miembro con timidez. Pero Shi no le deja dudar y le hace agarrarlo con fuerza. Acaba haciendo una felación muy rudimentaria. Luego me cabalga sin mucha convicción. Aunque se va excitando.

Sus pechos no dejan de botar. Son un espectáculo muy sensual. Luego se acerca a mí y me besa, siguiendo las indicaciones de Liang. Acaba jadeando y desplomándose sobre mí.

–Ves como es inofensivo. Solo hay que sujetarlo un poco– se burla Song, una vez la "novata" se ha levantado.

Sin embargo, Song ha cometido un error. Me ha soltado al decirlo.

–¡Ahora vas a ver quién es inofensivo!– la amenazo, yendo a por ella.

–¡No! ¡Socorro! ¡Ayuda!– finge, no demasiado creíble.

La otras ríen mientras Song se deja inmovilizar. Luego les tocara a ellas. Lang nos mira muy atentamente. Mientras me follo a Song. Sobre la cama. Con sus brazos sujetos por los míos.

Luego Shi, a cuatro patas. Con su rostro contra la almohada. Las gemelas me follan a mí. Yi sobre mí, dándome la espalda, pegada a la de su hermana. Yu mirándome. Se van turnando. Y con Liang lo hacemos sentada ella sobre mí.

Charlamos un rato antes de irnos a dormir. Shi, Song y Liang conmigo. Y Rayitas. Me temo que las gemelas van a ver si sonsacan algo a su prima. ¡Suerte, Wan!


next chapter

บท 55: Progreso

Al día siguiente, nos levantamos con cierta pereza. Es algo que no nos podíamos permitir de esclavos. Y que dentro de poco no podré volver a hacer por un tiempo. De hecho, como esclavo, no nos podíamos permitir tener sexo por la noche y la mañana. Demasiado poco tiempo para forzar el contenedor. Así que teníamos que buscar otro momento por la tarde.

Song está vigilando. Shi acostada sobre mí. Yo sobre Liang. Muerdo sus pezones con suavidad. Añado un poco de qi.

–¡Aahh! ¡Kong! ¡No seas malo!– protesta Liang. La he pillado por sorpresa.

–Eso es imposible para él– ríe Song.

Shi me muerde el pezón. Me clava los dientes alrededor. Intento vengarme, pero Liang contraataca. Me muerde la oreja. Las miro a las dos. Ellas sonríen maliciosas. Pronto descubro por qué. Song me ataca por detrás. Me abraza y coge mi miembro.

–¡Tres contra uno no es justo!– me quejo.

–En la guerra no hay justicia– ríe Shi, empujándome contra la cama.

–¡Y traiciones!– ríe Liang, haciéndole cosquillas a Song.

–No hay compasión para las traidoras– se vuelve hacia ella.

Realmente no sé muy bien como ha ido. Una me ha montado. A otra la han inmovilizado entre dos mientras yo la follaba. La tercera nos hemos ido turnando quien dominaba, mientras las otras descansaban. Aún se están riendo cuando las envío de vuelta y llamo a las gemelas.

–¿Y esos mordiscos?– se sorprende Yu.

–Mejor no preguntes– le respondo, encogiéndome de hombros.

– Yo creo que le falta uno aquí. ¡Ñam!– me muerde Yi.

Contraataco. Yu me ayuda a reducirla. A que me la folle por detrás. A que le mordisquee todo el cuello.

–¡Yu! ¡Me las pagarás! ¡¡HaaaahHHH!! ¡Aaaah! ¡¡¡AAAAAAAAaahh!!!

Yu aprovecha que su hermana está descansando para besarme y follarme con suavidad. Los dos abrazados. Pero Yi no le deja mucho tiempo de tregua. Acaba siendo follada por mí y atacada por su hermana.

—————

Cuando las envío de vuelta y llego hasta las esclavas, Ning está durmiendo. Parece que se han ido turnando. Ahora es Rong quien está con la Bronceada. Aún atada. Jadeando. Con un consolador entrando y saliendo de ella. Está consciente, pero parece totalmente rota. Me acerco a ella.

–Bien, ¿serás mía?

–Ve…Vete a la… mierda…– me responde, casi sin voz. –¡¡Aaaaagh!!

Le pongo la mano sobre la mejilla. Y uso qi. El dolor debe de ser intenso. Aún quedan varios días. Veremos que pasará al final.

Me siento y llamo a Rui. Obediente, me hace una felación. Luego se sienta sobre mí. De espaldas. La hago moverse. Mientras juego con sus pechos y su clítoris. Y el resto de su cuerpo. Mientras la llevo al orgasmo una y otra vez. Se sigue moviendo mientras tiembla, a no ser que le diga lo contrario.

A Ning la penetro antes de despertarla. Mi mano amordazándola. Violándola. Se sorprende un instante. Luego se relaja. Se somete a mí. Disfruta de ser poseída. Creo que le gustaría despertar siempre así. Con un poco de suerte, estaré continuando algún sueño. La dejo acostada. Con las piernas y brazos abiertos. Jadeando. Llena de mí. Dándome las gracias.

A Rong la hago follarme. Mirándome. Mientras, mando a Rui que pruebe la droga de dormir. La destapa frente a la Bronceada. Esta no tarda más de unos segundos en dormirse. La tapa rápido. No parece verse afectada. Les ordeno que la limpien mientras Rong se mueve. La tendré que cargar de nuevo. Y lleva toda la noche siendo abusada. Está sucia de sudor y otros fluidos.

Luego las envío de vuelta. Las dejo descansar si no han dormido bastante. Rui se encarga de que no abusen del descanso. En especial Ning. Cojo a la estudiante. No se ha despertado. La han atado de nuevo.

—————

Siendo la tercera vez que pasamos por el bosque, resulta algo familiar. Además, no hay grandes peligros para nosotros.

–Oh, mira, esta servirá, aunque no debe de ser de muy alto nivel– señala Shi unos excrementos relativamente recientes.

Parece que le divierte. Son los terceros. Suspiro. Por suerte no tengo ni que tocarlos para almacenarlos. Y le pueden servir de fertilizante para su huerto.

Podríamos avanzar un poco más, pero preferimos relajarnos. Así que nos acomodamos en la cueva que ya encontramos días atrás, en nuestro primer paso por la zona.

Bronceada sigue sin rendirse. Así que, tras follarme a las tres, la dejo a su cuidado.

–Yo creo que le gusta, por eso sigue tozuda– sugiere Ning.

–No creo que sea como tú– suspira Rui.

Los cierto es que a Ning le encantaría. Rong no dice nada. Quizás deba intentar unas horas de dolor intenso. O simplemente matarla. Por ahora, Rui empieza abofeteándola. Luego le susurra algo. Las dejo solas.

Traigo solo a Shi. Necesito un poco de tranquilidad con ella. Obediente, se tumba sobre la cama. Nos besamos y acariciamos. Subo por su cadera hasta su pecho, con suavidad. Mientras me recreo en él, la beso.

–Te estás aprovechando…– me recrimina.

–Por supuesto– le sonrío.

Ella me vuelve a besar. Mi miembro está restregándose sobre su húmeda entrada. De repente, entra. Ella me mira.

–Estás siendo malo. ¡Aaaah! Excitándome así. ¡Aah! Ahora cumple al menos una vez. ¡Aaah!– me exige.

Así que me muevo en su interior. Acariciando sus piernas abiertas. Su culo. Su estómago. Sus pechos. Su cuello. Sus orejas. Su hermoso pelo. Incluso le muerdo la nariz. Hasta que toda ella tiembla.

Me la quedo mirando un rato. Es hermosa. Su pelo pegado a la frente del sudor. Jadeando. Sus ojos azules mirándome. Sensuales. Me sonríe.

–Vamos, va siendo hora– me dice con dulzura.

Aún dentro de ella, noto como dirige su qi a los más de cien meridianos por abrir. Yo añado el mío, ayudándola a abrirlos. Ayudándola a llegar a la octava etapa. Aún recuerdo cuando alcancé la primera etapa. Era mucho más difícil entonces. Ahora parece demasiado fácil.

–¿Cómo estás?– le pregunto.

–Bien… Pero…

De repente se revuelve, colocándose sobre mí. Su mirada traviesa.

–Tengo que probar mi nueva fuerza– continúa, sugerente.

Me dejo inmovilizar por ella. Mueve sus caderas sobre mí. Me besa apasionadamente. No siempre tenemos un buen rato a solas. Me muerde la nariz. Ríe. Es un poco vengativa. También mis orejas. Sus manos sobre mi pelo mientras me vuelve a besar. Mientras se mueve sobre mí. Mientras mi miembro la penetra una y otra vez. Su estrecha vagina no deja de frotarse a él.

Toda ella resulta estimulante y sensual. Sus pechos, relativamente pequeños, tiemblan eróticamente. Cuando no los sujeto con mi mano. Su pelo parece flotar. Sus gemidos son lascivos. Y más cuando se corre. 

Cuando la he llenado de mí, nos quedamos un rato abrazados. Hay algo tierno y tranquilizante en tenerla encima. Con su piel junto a la mía. Con mis brazos alrededor de ella. Nos quedamos un rato antes de llamar al resto.

–¡Habéis tardado mucho!– protesta Song.

–¿Entonces debería ser más rápido?– le pregunta Shi.

–Pues claro, eso he dicho– se molesta un poco su amiga pelirroja.

–Entonces, supongo que mañana no tardarás tanto– le responde Shi con una expresión burlona.

–Eh… ¡Ni hablar! ¡No me vas a engañar así!– protesta.

Las otras se ríen, mientras Shi se acerca a Song, cogiéndola por la espalda.

–Sabes, ahora estoy un nivel por encima. Deberías ser obediente.

–Maldita, suéltame. ¡Me las vas a pagar!

–Mira Kong. Que pechos tan blanditos– me ofrece Shi los pechos de Song, mientras los coge por detrás.

–¡Para! ¡¡Aaaahhh!! ¡Kong! ¡No la ayudes! ¡¡HAaaaaaAAHHH!!– gime cuando los chupo.

–¿De verdad quieres que pare?– le pregunta sugerente Shi.

–Si ha empezado, que termine…– reconoce está, con cierta timidez.

Así que, con ayuda de Shi, sometemos a Song. Liang no tarda en acudir a ayudarnos también. Mientras que las gemelas se quedan comentando. Y la sirviente callada, mirando fijamente. Cuando llega su turno, después de las otras tres, está empapada antes de empezar. Enrojece cuando las demás se burlan de ella.

Dado que ayer se tomó demasiadas libertades, la follo a cuatro patas. Es su primera vez así. Las demás no dejan de hacer comentarios. Mientras ella gime. Colorada. Sus abundantes pechos agarrados por mis manos. Totalmente a mi merced. Parece que lo disfruta.

Su sumisión es real. Puedo sentirla. En parte es similar a Rui. Incluso empieza a moverse a mi ritmo.

–¿Sigo igual o acelero?– le pregunto en un susurro, mis labios junto a su oído.

–Más… ¡Aaah! Más fuerte… ¡¡Aaaaah!!

Entro hasta el fondo. Chocando contra sus nalgas. Vibran sensualmente. Ella emite un gemido más fuerte. Retrocedo y vuelve a empujar. Una y otra vez. Su rostro cae sobre la cama. Sus brazos extendidos hacía delante. Ha dejado de moverse. Solo recibe. Una y otra vez.

Tiene un orgasmo, pero no dejo de penetrarla. Sus gemidos son parcialmente ahogados por la cama. Su cuerpo tiembla más y más fuerte. Hasta que alcanza un intenso orgasmo. Que me aprieta. Que provoca que la llene. Empujo unas veces más, eyaculando en ella. Está totalmente sin fuerzas.

No se ha desmayado, pero no puede hablar. Solo jadea, abrumada por el placer.

–La avisamos que tendría consecuencias, pero ha sido demasiado malo– ríe Song.

–Yo también quiero–murmura Yu.

–Y Yo– ríe Liang.

Al final, todas se apuntan. Parece que mañana se han decidido por ello. Sin darme opción a opinar. Aunque Liang y Song tendrán que esperar. Las gemelas duermen conmigo.

—————

Devuelvo a Shi y las gemelas para que se descansen. Esta mañana han querido que fuera como con Lang ayer. Con ella he sido más suave. Alguien tiene que cuidar un rato de esas tres. Ahora estoy con Liang y Song. Las dos tienen que subir de etapa. Primero Liang. Solo es la etapa dos, así que las necesidades son menores.

–No te preocupes. Es mucho más fácil. Y más placentero– ríe Song.

Es la primera vez que ayudo a Liang. Está un poco nerviosa. Así que la trato con suavidad. Song me ayuda. La acariciamos. La beso. Nos besamos los tres. Como cuando estábamos en la habitación de esclavos. Con suavidad, la penetro.

Como Shi, me pide que la lleve una vez al orgasmo. Eso hago, con delicadeza.

–Es una consentida– se burla Song cuando su amiga se corre.

–Envidiosa– susurra esta.

–Dejad de pelearos un rato– suspiro, mientras Song me saca la lengua –. Concéntrate como te he dicho. Lleva el qi a los dos meridianos. Como cuando lo hiciste con el primero. No te preocupes por no tener suficiente.

Obedece. Pronto mi qi se une al suyo. Resulta fácil, solo son dos. Y ya lo he hecho muchas veces. En poco tiempo, tiene dos meridianos más abiertos.

–Es tan fácil así… ¿Y ahora?– pregunta, expectante.

–Ahora continuamos con lo que estábamos– interviene Song, pellizcándole un pezón.

–¡Aah! ¡Mala! ¡¡¡¡Aaaaaah!!!! ¡¡Kong malo también!! ¡¡¡Aaahh!!!

He empezado a bombear. A disfrutar de su interior. Luego también de sus labios. De su piel, cada día más suave. Ella se queja, pero no muy creíblemente. Sobre todo, cuando gime al momento.

La dejamos jadeando. Song me besa. Parece ansiosa. Sé que para ella es más importante que para el resto. Quizás, por eso, Liang no tarda en levantarse. En vengarse de su amiga. En conseguir que ella proteste y se olvide un poco de sus problemas.

Con Song, son muchos más meridianos, pero ya lo hice ayer. No tardamos en conseguirlo, pero no parece muy alegre. No hay mucho progreso con su pierna. Sé que ha perdido bastante confianza en lograrlo.

–De una forma u otra, lo conseguiremos– le aseguro.

Ella me besa. Casi llorando. Liang le acaricia el cabello con ternura.

–Fuerte…– me pide.

Así que pronto sus abundantes pechos están rebotando. Sus gemidos llenan la cueva. La penetro con fuerza y con qi.

–Pervertida– la critica Liang, aunque con mucho cariño. Sé que a ella le rompe el corazón la situación.

—————

Las he devuelto y voy hacia la zona aislada de las esclavas. A Rui la mando de vuelta para que se prepare. A Ning y Rong las hago ponerse una sobre otra. De cara. Ning encima. Las hago besarse mientras las penetro alternativamente. Podría subir a Rong, pero esperaré a que Ning y Rui estén en la octava para llevarla a la séptima.

Ning es mucho más apasionada. Como siempre. Aunque, más que apasionada, ninfómana. Su piel blanca es muy sensual. Sus pechos, aplastados contra los de Rong, parecen deliciosos. Es curioso lo fácil que resulta llevarla al orgasmo. La otra es bastante menos dedicada.

Luego traigo a Rui. La pongo contra la cama, la cabeza apoyada en ella. El resto del cuerpo por fuera. Dándome la espalda. Su culo alzado ante mí. Pongo lubricante en un dedo y lo introdujo en su ano.

–¡Aahh! Está… frío… ¡Ah!

Después, la penetro analmente. Resulta más fácil con lubricante.

–¡¡Aaahh!! ¡¡¡Aaaaahh!!! ¡Amo…! ¡Aah! Ahora está… caliente… ¡¡Aaaah!! En mi culo… ¡¡¡HHHHAAAAaaaahh!!!– gime ella.

Es estrecho. El dominio del qi ayuda a mantenerlo así. Si no me controlara, ya me habría corrido. Decido llevarla al límite. Fue de mucho ayuda en la emboscada. Introduzco también los dedos en su vagina. Con la otra mano, aprieto con fuerza su pecho. A veces, palmeo sus nalgas.

–¡¡¡AAAaaaa!!! Mi coño también… ¡¡¡¡AaaaaaaAAAHHH!!!! Estoy llena de Amo… ¡¡HAAAAaaaahhhHH!! 

Creo que mañana podré ayudarla a subir a la octava. Por ahora, la llevo al orgasmo una y otra vez. Hasta que casi pierde el conocimiento. Empapada en sudor, la lleno de mi semen. Luego, la envío de vuelta.

Miro a Bronceada. Debe de haber recuperado qi. Supongo que es hora de otra sesión.


Load failed, please RETRY

สถานะพลังงานรายสัปดาห์

ป้ายปลดล็อกตอน

สารบัญ

ตัวเลือกแสดง

พื้นหลัง

แบบอักษร

ขนาด

ความคิดเห็นต่อตอน

เขียนรีวิว สถานะการอ่าน: C54
ไม่สามารถโพสต์ได้ กรุณาลองใหม่อีกครั้ง
  • คุณภาพงานเขียน
  • ความเสถียรของการอัปเดต
  • การดำเนินเรื่อง
  • กาสร้างตัวละคร
  • พื้นหลังโลก

คะแนนรวม 0.0

รีวิวโพสต์สําเร็จ! อ่านรีวิวเพิ่มเติม
โหวตด้วย Power Stone
Rank 200+ การจัดอันดับพลัง
Stone 18 หินพลัง
รายงานเนื้อหาที่ไม่เหมาะสม
เคล็ดลับข้อผิดพลาด

รายงานการล่วงละเมิด

ความคิดเห็นย่อหน้า

เข้า สู่ ระบบ

tip ความคิดเห็นย่อย

คุณลักษณะความคิดเห็นย่อหน้าอยู่ในขณะนี้บนเว็บ! เลื่อนเมาส์ไปที่ย่อหน้าใดก็ได้แล้วคลิกไอคอนเพื่อเพิ่มความคิดเห็นของคุณ

นอกจากนี้คุณสามารถปิด / เปิดได้ตลอดเวลาในการตั้งค่า

เข้าใจแล้ว