Andrew es uno de los policías más condecorados de la ciudad, su fuerza mental y valor son incomparables entre nosotros; sus compañeros. Para ser un policía hay que tener fuerza física y mental. No cualquier persona estaría apta para ser un policía y menos en esta ciudad que es tan activa en cuanto a crímenes se refiere.
Al ser un hombre de familia, Andrew se mantiene parco en cuanto a su trabajo se refiere; él entiende que llevar el trabajo a su casa, le puede causar serios problemas familiares y mentales. Todos valoramos nuestra privacidad y nuestra vida familiar, pero para Andrew pareciera que eso es casi sagrado. Andrew siempre ha hecho las cosas por el libro y no importa lo que pase, nunca se ha tomado un caso personal; él sabe más que eso.
El día de hoy todo ha sido diferente; recibimos una llamada de emergencia al cuartel de la policía y nos despacharon de inmediato a una vieja cabaña. Seguramente la situación era seria porque hasta el oficial de despacho se escuchaba nervioso. Se nos dijo que Andrew fue el primero en la escena; de alguna manera u otra, llegó primero que nadie. Muchos oficiales lo han estado intentando contactar, pero no han logrado dar con él; la única comunicación que hemos tenido con él fue por un radio, y solamente se escuchaba su respiración profunda, como si estuviera en estado catatónico. Todos tememos de que le haya sucedido algo y que los suspiros que se escuchaban desde su radio no sean de él, sino de otra persona, pero la información que tenemos es que estaba solo en el lugar. Es imposible, según los reportes de testigos, que haya alguien más. Estamos a punto de llegar al lugar, vamos todo el camino rezando para que la situación no sea demasiado seria y, si lo es, para que Andrew tenga la fuerza mental necesaria para lidiar con lo que sea que esté sucediendo.