Valle del Dragón, fuera del laberinto de niebla.
—No, Halino, el Valle del Dragón ya no será parte de ninguna guerra en el continente —dijo la ilusión de la reina del Dragón Rojo.
En la ilusión, su cuerpo de dragón yacía enroscado en el suelo. Ella estaba mirando al mago de la luz, sus ojos dorados y relucientes estaban medio cerrados.Aun así, Halino no se rindió.
—Su slteza, no se ve muy bien. ¿Ocurrió algo en el Valle del Dragón?
—No ha habido ningún otro incidente desde la apertura de la grieta. Ya tenemos nuestras manos llenas con eso. Para empezar, fue nuestro error, así que, naturalmente, nos corresponde a los dragones mantener la grieta cerrada. Lo siento, pero está más allá de nuestro poder intervenir en cualquier otra cosa en este momento.
La voz de la reina del Dragón Rojo era inexpresiva como si no pudiera molestarse con nada más en el mundo. Cuando terminó, sus ojos se volvieron hacia Halinoy luego dijo: