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Ling Feng conducía mientras decía seriamente:
—Para mí, Lin Zhijie merece más que la muerte. Aliarse con la gente de Fusang, secuestrar, asesinar, no hay maldad que no haya hecho. Si tal persona no muere, ¿quién sabe qué peligros podría traer en el futuro? ¿No sientes la más mínima lástima por Lin Zhijie?
Yun Hanrui sacudió la cabeza y dijo:
—No, sé que merece su castigo, ¡merece más que la muerte! Solo el hecho de que quisiera matar a Sun Xiaofei, ¡nunca podría perdonarlo! Pero...
En este punto, Yun Hanrui miró a Ling Feng:
—No quiero que tus manos se manchen de sangre, ¡no quiero que hagas algo peligroso!
Ling Feng sonrió:
—No te preocupes, entregué a Lin Zhijie a esos dos hermanos míos. Son miembros del grupo Dragón, ¡tienen la autoridad para ejecutar en el acto!
—¡Eso es bueno! —Yun Hanrui suspiró aliviada.