—No puedo creer que hayan perdido los archivos. De hecho, me niego a creer que archivos como esos simplemente puedan desaparecer —murmuró Serena mientras salían de la comisaría, con las manos vacías y frustrados. Aiden, por otro lado, permaneció en silencio, guardando sus pensamientos para sí mismo. De hecho, él también encontraba difícil aceptar que un archivo de caso tan importante no solo se hubiera extraviado, sino que no hubiera un registro de respaldo en ningún lugar. La coincidencia era demasiado llamativa.
Había una posibilidad de que los archivos hubieran sido ocultados. Posiblemente para esconder algo escandaloso. Si estaba relacionado con Serena o no, no podían estar seguros. Así que, hasta que tuvieran más información, no tenía sentido armar un escándalo.