—Mamá, ¿qué has hecho? —Bai Yanjiao tuvo una mala sensación cuando su madre habló de esa manera.
—Yo... —Bai Xue vaciló, sin saber cómo explicarle a su hija.
—Olvidalo. Es mejor que no lo sepas. Solo recuerda que ellos, el hermano y la hermana, intimidaron a mamá. ¡Cuando llegue la oportunidad, nos vengaremos de ellos! —Bai Xue dijo a través de dientes apretados con resentimiento.
—Mamá, ¿tú y Li Wangfu otra vez... —Bai Yanjiao podía adivinar más o menos lo que había ocurrido.
En el pasado, antes de que An Shuchao se lesionara la pierna, podía oír gemidos y murmullos provenientes de la habitación de al lado por la noche, a veces escuchando sonidos de Bai Xue que parecían una mezcla de dolor y placer.
Realmente no entendía lo que significaba, solo después aprendió el por qué al cotillear secretamente con los demás jóvenes.