Finalmente, el Explorum Nova Tevra arribó de nuevo a Yamet. Después de semanas de travesía ardua y desafíos imprevistos, la tripulación estaba exhausta pero aliviada al ver las costas familiares del país que los había enviado en su misión. El regreso a Yamet fue un alivio para todos, y pronto se acomodaron en un elegante albergue cercano al puerto, donde pudieron relajarse y disfrutar de un merecido descanso.
Durante su estancia en Yamet, la tripulación de Alaric se tomó el tiempo para explorar la ciudad y absorber la vibrante cultura local. Las calles estaban llenas de vida, con mercados bulliciosos, festivales coloridos y la hospitalidad cálida de los habitantes.
Uno de los eventos más destacados de su estancia fue la coronación de Kyllia I, quien había ascendido al trono de Oftalmolecusamp. La ceremonia se llevó a cabo en la imponente sala del trono del palacio real de Oftalmolecusamp, con una decoración resplandeciente y una atmósfera cargada de solemnidad. Las calles de la capital estaban adornadas con banderas y flores, y una gran multitud se reunió para presenciar el evento.
Alaric fue invitado como visitante distinguido, y la ceremonia fue un espectáculo de opulencia. Kyllia I, ahora rey, fue coronado en una ceremonia llena de rituales ancestrales, con el cielo nocturno iluminado por fuegos artificiales y música en vivo que resonaba en todo el palacio. Alaric observó con admiración el evento, reconociendo la importancia del momento tanto para Oftalmolecusamp como para el equilibrio político en la región.
Tras la coronación, Alaric y su tripulación regresaron a sus tareas preparatorias. La importancia de su misión se volvía cada vez más evidente. En el transcurso de los días siguientes, se sumergieron en un meticuloso estudio de mapas y documentos, trazando una ruta detallada hacia el nuevo continente. La planificación era esencial, ya que la travesía prometía ser aún más desafiante que la anterior.
El nuevo plan de ruta se diseñó con cuidado. Incluía una parada estratégica en la isla de los Artipewos, donde se habían detenido anteriormente. La isla sería un punto clave para reabastecerse y obtener información actualizada sobre las condiciones locales. Este enfoque permitiría al equipo prepararse para los desafíos que les esperaban en el mar y asegurar que tuvieran todo lo necesario para continuar su viaje.
El plan de viaje quedaba así:
Salida desde Yamet: El Explorum Nova Tevra zarparía hacia el oeste, siguiendo las corrientes marítimas que los llevarían de regreso a la isla de los Artipewos.
Parada en los Artipewos: En la isla, se abastecerían de suministros, revisarían cualquier cambio en las condiciones locales y se asegurarían de que todo estuviera en orden para la siguiente etapa del viaje.
Continuación hacia el nuevo continente: Desde los Artipewos, se dirigirían hacia el este, enfrentando los mares bravos que se describieron anteriormente, armados con la información y provisiones obtenidas.
Con los mapas actualizados y el plan claramente delineado, el Explorum Nova Tevra se preparaba para retomar su misión. La tripulación estaba llena de determinación y expectativa, sabiendo que el próximo capítulo de su aventura sería crucial.
El día de la partida llegó, y el puerto de Yamet se despidió de ellos con una mezcla de esperanza y admiración. Alaric y su tripulación, equipados y listos, se dirigieron hacia el barco. La promesa de lo desconocido les esperaba en el horizonte, y con cada ola que rompía contra el casco del Explorum Nova Tevra, el equipo se acercaba un paso más a su objetivo.
Con la mente puesta en el horizonte y el corazón lleno de determinación, Alaric y su tripulación se embarcaron en la siguiente etapa de su viaje, conscientes de que el destino les tenía reservadas nuevas pruebas y descubrimientos.