Todos los estudiantes se volvieron hacia Hera, sus expresiones una mezcla de sorpresa y preocupación. Su rostro estaba pálido y sus ojos temblaban mientras luchaba por contener las lágrimas. La sala estaba en silencio, con todos esperando que Hera hablara.
Las personas alrededor de Hera eran estudiantes jóvenes, emocionalmente cargados y menos influenciados por la lógica. Las emociones resonaban más con ellos, como Alice había demostrado antes. Hera se dio cuenta de que para contrarrestar el enfoque de Alice, necesitaba confiar en sus habilidades de actuación en lugar de en la razón. Esto probaría cuál de ellas podría atraer mejor al público. Hera planeaba usar una combinación de apelación emocional y un toque de lógica en su argumento para navegar a través del caos que Alice había creado.