Tang Moyu permaneció enraizada en su lugar. Su mandíbula se cayó ante la confesión de Qin Jiran. Varias ideas cruzaron por su mente, pero ninguna tenía sentido para ella en ese momento. No notó el frío de la brisa que la rodeaba mientras se perdían en la mirada del otro.
¿Él es Feng Tianyi? ¿Por qué de todas las personas tenía que involucrarse con Feng Tianyi? Emociones encontradas la inundaron mientras intentaba digerir esta revelación por parte de Qin Jiran.
Retrocedió incrédula, una mano apretada contra su pecho. Esto era mucho incluso para alguien como ella, que siempre trataba de ver el lado racional de todo.
¿Se sintió traicionada? No realmente, pero tenía curiosidad por cómo Feng Tianyi logró engañarla hasta ahora. Debería haber sospechado cuando él ofreció la inversión para la Empresa Tang de la nada.
—Moyu... —Escuchó que Qin Jiran la llamaba.