บท 23: Tu Tío Yan es un Estafador (1)
Feng Tianyi miró a su primo como si le hubiera crecido otra cabeza sobre el hombro. ¿Qué tonterías estaba diciendo Song Fengyan? Sabía que su primo tendía a ser estúpido a veces, pero ¿que él asumiera que tenía hijos fuera del matrimonio? Song Fengyan debió haberse golpeado la cabeza al venir aquí.
En lugar de eso, lo miró con una mirada amenazante. No debería soltar tales tonterías, especialmente frente a estos niños que no tenían padre. No solo causaría incomodidad a la situación, dado que los pequeños bollos eran hijos de Tang Moyu, sino que tampoco estaba dispuesto a revelar su identidad a la emperatriz distante.
—Cállate, Fengyan. No son míos. Su madre solo me pidió el favor de cuidarlos hoy —miró hacia otro lado, algo molesto, pero no sabía por qué se sentía así en primer lugar.
¿Era por la realidad de que estaría solo para siempre? ¿De que nunca tendría una familia que pudiera llamar suya? Era estúpido para él pensar en una ligera posibilidad. Además de su madre y estos pequeños bollos, ¿quién aceptaría a alguien como él?
Song Fengyan se rascó la barbilla y observó a su primo que de repente se había vuelto gruñón, lo que, honestamente, no era sorprendente en absoluto. De hecho, ver a estos niños con Feng Tianyi lo hizo preguntarse si había entrado en el lugar equivocado.
Sus ojos volvieron al pequeño niño dormido y no pudo evitar notar las similitudes entre él y su primo. Él y Feng Tianyi se conocían desde la infancia. Y mientras él era un niño regordete en aquel entonces, Tianyi era un niño popular debido a su adorable apariencia.
¿Quién hubiera dicho que el adorable niño, que creció para ser un diablo, terminaría así? Song Fengyan nunca había imaginado que un hombre como Feng Tianyi llegaría a ser el hombre lisiado y solitario que era hoy.
Sus pensamientos se vieron obligados a detenerse cuando la pequeña niña se sentó y se frotó los ojos con el dorso de su mano. Miró a su alrededor y vio a su Tío Ji cuidando de ella y de su hermano gemelo y otra persona desconocida estaba con ellos.
Los ojos de Song Fengyan brillaron mientras saludaba a la pequeña niña.
—¡Hola! Pequeña Señorita, ¿cómo te llamas? —preguntó a Pequeña Estrella.
Pequeña Estrella no estaba cómoda con cómo este hombre desconocido le hablaba. Bajó del sofá y corrió hacia su Tío Ji, quien la tomó para acomodarla en su regazo.
—Tío Ji, ¿quién es él? —Pequeña Estrella apretó su pequeña mano en la camisa de Feng Tianyi mientras se alejaba del rostro de Song Fengyan.
Song Fengyan parpadeó dos veces ante cómo la pequeña niña llamaba a su primo. ¿Qué? ¿Tío Ji? Oh, ahora Feng Tianyi ni siquiera se molestó en decirles su nombre a estos niños. Se preguntaba cómo su primo gruñón había conocido a estos lindos bollos de todos modos.
Normalmente, los niños tienden a llorar y volver corriendo con sus madres cada vez que ven el rostro de Feng Tianyi, por miedo, así que ¿qué cambió esta vez?
—Ah, él es el primo del que te hablé antes. Me ayuda de vez en cuando —dijo Feng Tianyi sin darle importancia.
La vena de Song Fengyan comenzó a palpitar en su cabeza. Quería corregir a su primo y decir que él era quien siempre corría con los recados y limpiaba el desastre que él dejaba a su paso, pero con una pequeña niña temblando en los brazos de este tirano, ¿cómo se atrevería a antagonizar al diablo?
Pequeña Estrella se relajó en los brazos de Feng Tianyi y luego consideró al hombre con sus grandes ojos redondos. La forma en la que presionaba su dedo índice contra sus labios era un gesto que había sacado de su madre cuando estaba curiosa por algo.
—¿Eres el primo de mi tío Ji? —preguntó Pequeña Estrella a Song Fengyan con curiosidad.
—¡En! Encantado de conocerte, Pequeña Señorita. Soy Song Fengyan, el primo de este hombre tirano. Puedes llamarme Tío Yan —mostró la sonrisa más encantadora que solía dar a las mujeres, esperando poder encantar a Pequeña Estrella, pero fracasó.
Feng Tianyi golpeó la pierna derecha de Song Fengyan con su bastón después de escuchar su presentación. ¿Se atrevía este primo idiota suyo a arruinar su reputación delante de Pequeña Estrella?
—¡Ouch! —Song Fengyan levantó la pierna derecha y saltó con la otra pierna por el dolor—. ¡Pero qué diablos te pasa?! —exclamó, pero Feng Tianyi lo ignoró.
En cambio, el diablo acarició la cabeza de Pequeña Estrella y volvió a captar su atención hacia él.
—Pequeña Estrella, escucha al Tío Ji, ¿de acuerdo? No importa lo que este hombre te diga que hagas, no aceptes fácilmente —le dijo.
—Pero, ¿por qué? ¿No es él, tu primo, Tío Ji? —Pequeña Estrella estaba confundida. No podía entender por qué su Tío Ji le decía esto.
—Porque es un pervertido —dijo Feng Tianyi sin darle importancia.
Song Fengyan se sintió como si le hubieran apuñalado en el pecho por la traición de este diablo. ¿Cómo podía decir una mentira tan horrenda a esta linda muñeca con esa cara fría e impasiva suya?
¡Gah! Si hubiera sabido que Feng Tianyi lo traicionaría así, no habría sentido ninguna simpatía por la situación de Feng Tianyi.
«¡Lo retiro! ¡Realmente es un diablo tirano!», gritó Song Fengyan interiormente.
—Tío Ji, ¿qué es un pervertido? —preguntó la pequeña niña, su dedo índice aún presionado contra su labio inferior.
Feng Tianyi se quedó quieto y miró hacia abajo a la niña confundida en su regazo. Se dio cuenta entonces de que lo que había dicho no era apropiado para una niña como ella.
—Olvídalo. Tu Tío Yan es un estafador. No confíes en él fácilmente, ¿de acuerdo? Te hará la vida imposible si escuchas sus tonterías —dijo finalmente.
—Está bien —Pequeña Estrella cedió fácilmente a la petición de su Tío Ji, para el fastidio de Song Fengyan.
Quería estrangular a Feng Tianyi en ese mismo momento. ¿Realmente tenía que hablar mal de él a esta linda pequeña niña? Ah, su pobre corazón. ¿Por qué tenía que ser sometido a la tiranía de su propio primo?
¡Él debería ser quien llamara a Feng Tianyi un abusón y un estafador al mismo tiempo!
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