Su sonrisa hacía palidecer a los girasoles.
Cuando todos vieron la encantadora sonrisa de Qiao Nian, finalmente entendieron lo que significaba esa frase.
Según los antiguos, la belleza no está en la piel, sino en los huesos. La belleza de Qiao Nian parecía cumplir con ambos aspectos. Su belleza podría conquistar naciones.
En el pasado, todos solo sabían que Qiao Nian estaba enferma mentalmente. A nadie le importaba si era bonita. Pero ahora que sabían que Qiao Nian era la directora de la escuela, la heroína que salvó la universidad, la forma en que la miraban cambió.
Wang An miró a su asistente y dijo: "Lleva a Shen Xing contigo para tramitar el procedimiento de baja".
—¡Sí, señor!
Shen Xing miró a Wang An con desesperación. Su mirada fue desplazándose lentamente hacia Qiao Nian.
—¡Qiao Nian!
—¡Todo era culpa de Qiao Nian!
Ella primero hizo que Shen Xing perdiera la cara en el banquete de cumpleaños de la abuela. ¡Ahora, incluso causó que la expulsaran!