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Zou Bai frunció el ceño ligeramente. —Ve y haz los arreglos para esta noche. Recuerda, tráemelo de vuelta inmediatamente después de que triunfes, sin importar la hora que sea.
Zou Yi asintió. —Entendido, Jefe.
Zou Bai colgó el teléfono. Su cuerpo se relajó y se hundió en el sofá mientras recordaba lo que había pasado esa noche.
En su 30º cumpleaños el año pasado, Zou Bai fue burlado por Lin Hui y Meng Yu por ser un viejo virgen. Por lo tanto, ese día tenían el plan de gastarle una broma.
Primero hicieron que Zou Bai estuviera medio borracho. Luego, deliberadamente encendieron un afrodisíaco en la habitación del hotel. Temiendo que Zou Bai se sintiera avergonzado, incluso consideraron dejar sólo la luz de la entrada encendida.