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Todos entraron en el taller detrás del patio.
Xiao Liu había ayudado a Qiao Mei a construir este taller. Era muy sólido y espacioso.
Actualmente, había muchas cestas en el taller. La forma en que estaban apiladas unas sobre otras hacía que se viera muy espectacular.
—¡Hay tantas cestas! —Tía Dong fue la primera en hablar.
Observaba todas las cestas en el patio. Nunca había visto tantas antes y además, eran todas del mismo tamaño.
Era una vista imponente ver las cestas apiladas juntas.
Con tantas cestas de frijoles verdes, el trabajo de un día aquí no sería más fácil que trabajar con la brigada.
—¡Empecemos ahora!
Con eso, Qiao Mei se remangó y comenzó a trabajar.
Mientras empezaba, explicaba cada paso muy claramente con las precauciones que se debían tomar en cada uno.
Cualquiera que no fuera un tonto podría entender las instrucciones.