บท 27: Capítulo 2: Día 2, 3 y 4
Parte 1
Uno de los atacantes era un hombre barbado de piel morena con aspecto robusto y el otro era un hombre delgado pero con una mirada con sed de sangre.
Ririna recibió una patada en la rodilla por parte del hombre delgado, y un puñetazo en el rostro que venia del robusto. Ririna fue arrojada hacia uno de los árboles, su rostro ahora estaba escurriendo sangre, le costaba ponerse de pie.
- Ellos no son personas ordinarias, son buenos, muy buenos, son... Asesinos.
Antes de que Ririna pudiera reaccionar, el hombre delgado ya estaba cerca de ella y le conecto un puñetazo en seco en el estómago, estampándola nuevamente contra el árbol. Ririna al estar completamente desnuda, no tenía ningún tipo de armadura que amortiguara los golpes.
- Oye socio, ¿Qué te parece si vamos por las otras chicas?, se ven mucho más femeninas, y esta la dejamos para el final.
- Me parece una gran idea, je.
Mientras los dos hombres decían esto, se lamian sus labios, eran obvias las intenciones de los dos atacantes.
Ambos hombres agarraron forzadamente a Erica y Daniela y las lanzaron contra el suelo mientras ellas gritaban y lloraban.
Ririna solo podía observar mientras arrancaba la tierra con su puño y se mordía sus labios.
Recordó el rostro de Caroline cuando la encontró muerta, recordó su batalla a muerte contra aquel oso en este mismo bosque, recordó su pelea contra el wyvern que se convertiría en su compañero, Ángelus.
No podía caer aquí, y más con un par de desconocidos.
Ririna agarro una roca y corrió rápidamente hacia los atacantes, los atacantes rápidamente se giraron en dirección de ella y sacaron sus cuchillos pero Ririna no se detendría, iría hasta las últimas consecuencias.
Ririna logro impactar el rostro del hombre robusto con la roca, pero el delgado ya tenía el cuchillo apunto de impactar contra la cabeza de Ririna. Un rodillazo rápido impacto al hombre delgado antes de que pudiera atacar a Ririna, esa rodilla tenía un cuerpo que la acompañaba, era Kenric acompañado por Gabriel.
Ambos hombres cayeron al suelo, el robusto tenía la cara destrozada por la roca y el delgado tenía todo el ojo hinchado por el rodillazo y había perdido algunos dientes.
- ¿Están bien?
- Gracias, pero como supieron que estábamos aquí.
- Sus gritos se escucharon desde muy lejos, así que vinimos tan pronto pudimos.
- Una mierda total, quien sabe cómo hubiera terminado todo si no hubiéramos estado cerca.
Mientras decían esto, no habían caído en cuenta que las 3 mujeres seguían completamente desnudas, ante esto, Kenric rápidamente se puso rojo igual que las 3 chicas cubriéndose el cuerpo rápidamente.
Parte 2
Ririna, Daniela y Erica ya se encontraban vestidas, Gabriel atendió las heridas del rostro de Ririna.
Mientras que curaba a Ririna, Gabriel hablo.
- Creo que 3 mujeres no deberían estar solas en este bosque, aunque las cosas acabaron bien esta vez, realmente no creo que haya una segunda conveniencia.
- Lo sé.
- Pienso que deberíamos acompañarlas, reunir la mayor cantidad de pañuelos rojos y acabar esto.
- Tienes razón, Gabriel.
- Entonces está decidido.
Con una sonrisa en su rostro, Gabriel se puso de pie y hablo para que todos los presentes escucharan.
- Bien, entonces las acompañaremos y protegeremos de cualquier cosa.
Ante las palabras de Gabriel, las dos chicas se pusieron a dar saltos de alegría mientras que Ririna simplemente observaba.
Parte 3
Día 3.
Alistair y Ana se encontraban caminando muy en lo profundo del bosque, hasta el momento no se habían cruzado con otro cadete para quitarle sus pañuelos rojos.
- Ammm que aburrido, quisiera que hubiera más acción, ¿no crees, Ana?
- ...
Aunque parecía que Alistair había demostrado su total apoyo hacia Ana, todavía había una extraña tensión en el ambiente.
- Recuerda Ana, te ayudare en lo que necesites, sin importar que, somos amigos después de todo.
Al escuchar las palabras que salían de la boca de Alistair, Ana solo pudo poner una sonrisa tímida y sonrojarse un poco.
Ya estaba oscureciendo, a lo que Ana hace la sugerencia de que acampen donde estaban a lo que Alistair accedió sin ningún problema.
La noche había caído.
Alistair se encontraba montando guardia mientras que Ana descansaba.
El rostro de Ana mientras dormía era tan sereno en comparación al resto del día, por un momento pensó que Ana era realmente linda. Inconscientemente Alistair se acercó al rostro dormido de Ana, pero se detuvo, lo que pensaba hacer estaba mal. Alistair se alejó de Ana y siguió vigilando por el resto de la noche.
Día 4
La luz del sol golpeo el rostro de Alistair, ya había amanecido. Alistair abrió los ojos y vio un chico apunto de quitarle su pañuelo rojo que tenía amarrado en el brazo.
Pudo identificar al atacante, su nombre era Tato, compañero de la casa sur, su cabello era negro y ojos amarillos. Alistair rápidamente reacciono al ataque con un golpe directo, pero Tato dio un paso hacia atrás.
- Eres rápido, Alistair.
- Gracias.
- ¡ALISTAIR!
- ¡!
Alistair escucho su nombre, venia de Ana que estaba siendo atacada por una chica de cabello corto de color negro, también la reconoció, su nombre era Bodil.
Alistair rápidamente lanzo una patada hacia Tato a lo que este nuevamente esquivo su ataque pero se abalanzo hacia Alistair a lo que el con su brazo lo alejo nuevamente.
Mientras tanto Ana estaba siendo atacada en repetidas ocasiones por Bodil, esta atacaba directamente a sus ojos, quizás no solo quería quitarle el pañuelo, si no también quitarla de en medio permanentemente. Ana se dio cuenta del plan de Bodil y se dejó impactar por los dedos de Bodil los cuales apuntaban a sus ojos, pero, Ana mordió la mano derecha de Bodil evitando el ataque a sus ojos, apretó la mandíbula haciendo que brotara la sangre de la mano de Bodil a lo que esta grito.
- ¡GAAAAAAAAAAAAH!
Pero su ataque no fue del todo certero, uno de los dedos se metió en el ojo de Ana haciendo que este sangrara. Bodil empezó a golpear el rostro de Ana para que dejara de morderle la mano pero Ana no cedía ante los ataques.
Mientras tanto, Alistair seguía peleando contra Tato.
Tato lanzo un golpe hacia Alistair pero este se agacho rápidamente y tacleo el abdomen de Tato lanzándolo al suelo.
Una vez Alistair se encontraba sobre Tato, empezó una ráfaga de puñetazos hacia su rostro.
Alistair no paraba.
La sangre salpicaba la vegetación, salpicaba sobre las flores, y los sonidos secos resonaban por el bosque.
Tato hablo.
- Me... rindo...
Al escuchar esto, los puños de Alistair se detuvieron y le quitaron el pañuelo rojo que poseía Tato.
Por otro lado, el ojo izquierdo de Bodil empezó a sangrar, Ana había perforado su ojo con los dedos, ahora estaban a mano. Alistair iba a interferir pero Ana le grito rápidamente.
- ¡No intervengas! Esta es mi pelea, aprecio tu intención, enserio.
- Esta... bien.
Ambas mujeres sonrieron.
Un golpe conecto en las costillas, pero, ¿de quién?
Una lluvia de puñetazos y jalones de caballo vino de ambos lados.
Ana y Bodil estaban dando todo de sí en esta pelea, parecía que ambas tienen mucho que trabajar.
Alistair y Tato solo podían ver como ambas mujeres maltrataban sus cuerpos.
Ana con sus últimas fuerzas conecto un derechazo en la mandíbula de Bodil haciendo que esta pierda el equilibrio y con su puño izquierdo con todo el impulso que podía obtener, Ana conecta un golpe en el rostro de Bodil lanzándola unos 3 metros por el aire y dejándola inconsciente, y así, esta batalla había terminado con la victoria de Ana.
Parte 4
Ya habían pasado unas horas, Tato y Bodil se habían retirado sin sus pañuelos rojos, ahora Alistair y Ana tenían dos pañuelos cada uno.
- Déjame ver tu ojo.
Ana abrió lentamente su parpado y aunque estaba algo lastimado, no había perdido su ojo, se recuperaría eventualmente.
Alistair extendió su mano hacia Ana para que se pusiera de pie.
- Bueno, creo que debemos irnos, ¿no crees? Compañera.
Ana sonrió y estiro su mano hacia la mano de Alistair y se puso de pie.
Parte 5
- ¿Quiénes son ustedes?
Kenric les hablaba a los dos hombres que habían atacado a Ririna y las otras.
Ahora estos estaban amarrados y siendo interrogados por Kenric y Ririna.
- ¡RESPONDAN PUTA MADRE!
La paciencia de Kenric claramente ya había sobrepasado los límites (asumiendo que alguna vez tuvo paciencia)
El hombre delgado hablo.
Soy Galileo y mi socio es Egil, ambos éramos soldados del reino de Espinas, pero en un conflicto fuimos capturados como prisioneros de guerra, y de eso ya han pasado al menos unos 10 años.
Gabriel hablo.
- Supongo que realmente no tenemos opción.
- ¿De qué hablas?
Esa respuesta vino de Erica.
- Tenemos que escoltar a estos dos criminales de guerra hasta que acabe el entrenamiento y entregarlo nuevamente a las autoridades.
- ¡¿Qué?!
- ¡¡!!
Todos los presentes quedaron sorprendidos por la propuesta de Gabriel, pero tenía razón, era eso, o liberarlos y arriesgarse a que ataquen a otros cadetes en el bosque.
Y con esto dicho, llego el día 5.
Día 5.
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