—Punto de vista de Asher Frostblade.
Maná.
¿qué es el maná?
Una pregunta tan antigua como la propia magia, formulada y reformulada a lo largo de generaciones. En todas partes, desde las academias más prestigiosas hasta los rincones más oscuros del mundo, esta cuestión resuena, pues entender el maná es entender la esencia misma de la magia.
Cada mago, desde el más novato hasta el más experimentado, debe saber la respuesta. Pero no se trata solo de conocerla en teoría, sino de comprenderla en lo más profundo de su ser, de sentirla fluir por sus venas como un segundo torrente de vida.
El maná no es simplemente una energía; es la fuente vital que alimenta los hechizos, la fuerza invisible que eleva a los magos más allá de los límites de los mortales.
En su estado más puro, el maná es etéreo, intangible para los ojos no entrenados, pero aquellos que lo dominan pueden moldearlo, manipularlo y transformarlo en poderosas manifestaciones de voluntad.
Es la sustancia de los milagros y la tragedia, de la creación y la destrucción. Pero su uso no es sin costo. Controlar el maná requiere disciplina, estudio y una conexión espiritual profunda con el entorno. Es una danza delicada entre el mago y la magia misma, una lucha constante por mantener el equilibrio, pues el exceso o la falta de maná pueden llevar a la ruina.
A través de siglos, los magos han desarrollado técnicas para canalizar y almacenar maná, ya sea dentro de sus propios cuerpos o en objetos mágicos, para usarlo cuando más lo necesiten. Pero, ¿cómo se usa realmente el maná? Es una cuestión de intuición y técnica, de saber cuándo y cómo liberar esa energía almacenada para obtener el máximo efecto, de sentir el flujo y seguir el ritmo natural de la magia.
El maná no solo da fuerza a los magos, sino que los conecta con una realidad más vasta y compleja, llevándolos mucho más allá de sus capacidades normales.
"Los magos desde tiempos antiguos de la era de la dominancia han dominado distintas magias."
La voz del profesor, después de explicar por un buen tiempo, terminó.
"Haa..."
Todos los cadetes dejaron escapar un largo suspiro. Después de todo, la explicación sobre el maná y su historia era larga y tardó dos horas; finalmente había terminado y el profesor se había ido.
Asher en ese momento miró a su alrededor. Los cadetes empezaron a irse lentamente, pero eso no era lo que realmente estaba viendo Asher.
"Siento que me están observando, pero... no logro ver nada."
De hecho, desde hace unos días, la mujer que ha estado observando a Asher había vuelto a aparecer, y como era de esperarse, nuevamente Asher sentía dos ojos puestos en él.
No solamente era molesto, también era incómodo.
Estar siendo observado todo el tiempo es realmente molesto.
"¿Qué tal si nos vamos al comité?"
La voz de Luna llegó a los oídos de Asher.
Rápidamente todo el grupo aceptó, y entonces se movieron por los pasillos de la academia hasta que llegaron a las grandes puertas del salón del comité. Usando, como de costumbre, las llaves, Asher abrió las puertas y entonces entraron.
Sentándose, todo el grupo empezó a hablar.
"Ya llevamos casi dos semanas en la academia."
"Todos los días son los mismos."
"Es verdad, pero el otro mes serán diferentes, los profesores lo habían dicho."
Grey y Luna hablaron al mismo tiempo.
Las verdaderas clases empiezan el siguiente mes.
¿Pero por qué?
Eso es simple. Al ser cadetes nuevos y magos nuevos, lo primero que se hace es enseñar los conceptos básicos de todas las clases, cómo hacer las demostraciones e intentar las mismas cosas, pero por supuesto, nadie las podría hacer; por lo tanto, primero se explica.
Finalmente llega el momento donde esas explicaciones son puestas en marcha y los cadetes empiezan a aprender cómo usarlas.
Es algo necesario para que los cadetes primero entiendan cómo funcionan y luego se hagan prácticos.
"Entonces, ¿cuándo..."
"..."
"..."
"¿Qué cosa?"
"¿Cuándo activamos la puerta?"
Luna en ese momento habló, lo que dejó a todos en silencio.
Pero entonces Asher habló.
"¿Por qué no lo intentamos?"
"..."
"..."
Los demás giraron la cabeza en dirección a Asher. Fue entonces que todas las miradas se pusieron en Asher.
"Haa... No estaría mal intentarlo, pero una puerta de teletransporte necesita de mucho maná."
Por supuesto, Asher sabía eso, pero ¿qué pasa si no es necesario usar mucho maná? Entonces la puerta se activaría y estaría lista para ser usada, aunque eso también podría ser bastante arriesgado. Los profesores probablemente se enterarían al sentir una puerta más en la academia, aunque también es posible que lo dejen pasar.
Después de todo, la puerta está en la academia, justamente en el comité disciplinario, y muy probablemente los profesores sepan de la existencia de la puerta. Es una probabilidad bastante alta.
"Supongo que está bien, no perdemos nada en intentarlo."
Entonces, una vez que todo el grupo decidió aceptar, después de unos minutos estaban en la sala secreta, justo delante de la gran puerta redonda.
"¿Qué hacemos?", preguntó Emilia.
Una de las maneras es simplemente verter el maná en la puerta de teletransporte. Es algo simple, pero también consume mucho maná.
"Es fácil, solamente deja salir tu maná y lo dejas fluir en la puerta", explicó Luna.
La mayoría ya sabía cómo hacerlo, por lo que rápidamente los siete se pusieron delante de la puerta, extendieron la mano y entonces hubo un silencio.
Nadie se movió y mantenían las manos extendidas hacia la puerta. Fue entonces cuando de cada mano empezó a salir una luz brillante; era, por supuesto, el maná de cada uno de ellos. Pero cuando el maná oscuro apareció de las manos de Asher, empezó a entrar por los bordes de la puerta.
Lentamente, más maná entraba en el borde de la puerta. Se sentía una presión fuerte por las cantidades de maná liberadas, pero aun así el grupo siguió, aunque todavía no pasaba nada.
La puerta seguía igual. Justo cuando estaban por dejar de verter el maná en la puerta, un pequeño sonido salió.
"Crujir."
Fue entonces cuando el centro de la puerta empezó a brillar lentamente. Era un brillo débil, pero lentamente estaba apareciendo y también se estaba expandiendo. Por supuesto, era el maná que se estaba expandiendo a lo largo de la puerta.
"Haa..."
Emilia, Julián y Luna empezaron a sudar mientras miraban la pequeña luz que salía del centro de la puerta. Los tres se estaban cansando; el sudor en sus cuerpos empezó a aumentar, y entonces Emilia dejó de verter maná.
"L—Lo siento... Ya no tengo más maná."
Ella fue la primera en agotar su maná, pero lentamente Julián y Luna estaban en la misma situación. El sudor corría por sus frentes y lentamente caía por sus mejillas.
"Goteo." "Goteo."
No solo Julián y Luna, sino también Gloriana y Freddy empezaron a cansarse, y entonces lentamente el sudor apareció.
"Crujir."
La luz en el centro de la puerta se hizo más grande. La puerta era grande, y por lo tanto aún faltaba más maná para poder activarla por completo. Sin embargo, al ver que la luz en el centro de la puerta empezaba a extenderse más y más, pero a una velocidad muy lenta, Asher rápidamente empezó a verter mucho más maná. Los demás lentamente se estaban agotando, por lo que Asher tomó más maná de su cuerpo y lo empezó a verter.
"Ya... No puedo seguir," dijo Julián, cayendo al suelo agotado.
El maná que envolvía al grupo se estaba debilitando, pero lentamente la puerta se estaba completando.
"Haa..." Gloriana cayó sentada. Su respiración era agitada y el sudor caía por todo su cuerpo.
Julián estaba en la misma situación, y también los demás. Grey lentamente se estaba quedando sin maná, al igual que Freddy. Solo quedaban tres.
"Aún no es suficiente," dijo Asher.
Grey y Freddy lo miraron.
"Debe faltar por lo menos... Una gran cantidad de maná. Aún no podemos activarlo," dijo Freddy, y por supuesto, Grey estuvo de acuerdo.
Sin embargo, Asher es un segundo círculo y, por lo tanto, es el que tiene más maná de todo el grupo, así que persistió más tiempo. Sin darse cuenta, la luz estaba cerca de rodear todo el centro de la puerta.
Pero fue entonces cuando Freddy cayó sentado, quedando en el mismo estado que los demás. Aún faltaba más maná, pero solo quedaban Grey y Asher. Después de unos segundos, al ver que solo faltaban unos centímetros, Grey habló.
"Solo faltan cinco centímetros... Lo siento, ya no puedo más."
Entonces, Grey cayó al suelo, pero en un último esfuerzo, vertió todo su maná, logrando que el brillo se acercara un centímetro más a los bordes de la puerta. Ahora faltaban cuatro centímetros para llenar con maná y la puerta finalmente estaría activada.
"Haa..."
Era de esperarse que Asher empezara a cansarse, al igual que los demás. Mientras seguía vertiendo más maná en la puerta, los demás estaban tumbados en el suelo, con el sudor cubriendo sus rostros, respirando rápidamente mientras observaban a Asher.
"Maldición..."
Fue en vano. Asher terminó cayendo sentado y, al ver que estaban a menos de dos centímetros de activar la puerta, solo pudo mirar cómo el brillo comenzaba a reducirse y todo regresaba a como estaba antes.
"Mierda..."
Asher miró con el ceño fruncido la puerta frente a él.
Fue realmente frustrante no lograrlo, estando tan cerca, pero al final no lo consiguieron.
"Es necesario una persona más."
De eso, Asher estaba seguro. Si faltaba solo un centímetro para activar la puerta, significaba que con un poco más de maná podrían haberlo conseguido. Esto implicaba que con una persona más la puerta se podría activar.
Desafortunadamente, eso era imposible en ese momento. Revelar la sala secreta a alguien más era lo último que podían hacer, por lo que la única forma sería usando cristales de maná, pero ¿dónde conseguirlos?
"Haa... Seguro son caros."
De hecho, un solo cristal de maná puede costar una verdadera fortuna, y en ese momento Asher no tenía puntos de crédito porque aún no se los habían entregado. Realmente es frustrante, estando tan cerca, no lograr nada.
"Es mejor que nos vayamos," sugirió Luna.
"…"
Asher no dijo nada; se quedó viendo la puerta con el ceño ligeramente fruncido. Pero, ¿qué podía hacer? Activar una puerta de teletransporte es realmente agotador, por eso normalmente se activan mediante cristales de maná.
***
—Cambio de escena.
Al entrar a su habitación, Asher se tumbó en la cama. Fue realmente molesto y frustrante no haber logrado activar la puerta.
"Maldición... Haa... No debería enojarme por algo tan trivial."
Pero definitivamente no pudo dejar de sentir enojo.
"No es tu culpa. Una puerta de teletransporte normal solo puede activarse con cristales de maná o con un mago de sexto círculo. Pero es realmente extraño que ustedes, que no tienen tanto maná, estuvieran tan cerca de lograrlo."
"…"
Ante las palabras de Encrid, Asher no dijo nada. De hecho, la forma más común de activar una puerta de teletransporte es mediante cristales de maná, y la otra es que un mago de alto nivel la active. Por otra parte, fue sorprendente que apenas siete cadetes con tan poco maná estuvieran tan cerca de lograrlo, pero al final no lo consiguieron.
Suspirando, Asher habló.
"Necesito cristales de maná, pero eso es realmente caro."
"Mmm, creo que tengo una solución."
"…"
Asher escuchó atentamente las palabras de Encrid.
"¿Cómo?"
"Pero no estoy realmente seguro de si funcionará."
"¿Recuerdas cuando te enseñé la habilidad de Transformación de Monarca de la Oscuridad?"
"Así es, me habías trasladado a un lugar diferente, aunque solo fue mi conciencia, pero era como otro mundo."
Fue entonces cuando Asher abrió los ojos al darse cuenta de lo que Encrid estaba tratando de decir.
"Exacto, esa habilidad se llama 'Dominio'. Permite crear un mundo apartado, y en mi mundo debería haber miles de cristales de maná, pero no estoy seguro de si los podrás traer a la realidad."
De hecho, entrar a un Dominio es algo desconocido para Asher. Solo ha entrado al Dominio de Encrid por medio de su conciencia, pero nunca de forma física. Entonces, eso significa que el Dominio de Encrid se podría entrar de forma física.
"¿Pero cómo es eso posible?"
"No te lo mencioné antes, pero el Dominio es una habilidad. Es la habilidad definitiva de todos los magos; permite crear un mundo en otra dimensión, y eso es lo que se llama un Dominio. Puedes entrar en él tanto de forma física como mental."
Realmente es una gran habilidad, así que Asher lo pensó durante unos minutos hasta que tomó una decisión.
"¿El tiempo sigue igual dentro de tu Dominio o no?"
"Si estás dentro de un Dominio, afuera el tiempo transcurre mucho más lento."
Al saber esto, Asher rápidamente respondió.
"Está bien."
"Entonces, déjame salir y usaré el Dominio, pero no te puedo asegurar que encuentres cristales de maná."
"No importa si no hay nada."
Con esa idea en mente, el maná de Asher se dirigió hacia el tatuaje en forma de luna, y de pronto una cortina de maná oscuro apareció ante él. Fue entonces que Encrid se materializó...