—Creo que captaron el mensaje —dije, sintiendo mi corazón calentarse ante su muestra de protección. Sin embargo, no podía evitar preocuparme: ¿cómo afectaría la exhibición de poderes de Blaise a la manada? ¿Qué pasaría si se corriera la voz sobre sus capacidades?
Damon había querido mantener sus poderes en secreto de cazadores y vampiros para tener una carta bajo la manga en caso de emergencia, y ahora, porque quería defenderme, Blaise había mostrado inadvertidamente su jugada.
Guilt empezó a formarse en mi estómago. Pero Blaise inclinó mi barbilla con sus dedos para que pudiera mirarle a los ojos. En ese momento, sus esferas grises me recordaron a las nubes de tormenta que se juntaban cada temporada de monzones, pero estaban llenas de calor y amor.
—Deja de pensar en eso —dijo Blaise. Sus palabras eran firmes, pero su tono era de total dulzura mientras intentaba tranquilizarme.