—Supongo que fue bueno que estrellara mi coche entonces —reflexionó Darach, tratando de ser positivo acerca de las cosas. Estaba muy reacio a dejar Cuernoestable ya que había pasado los últimos días ayudándoles con gusto a cuidar la tierra. No podría pastorear los animales, pero tenía buen ojo para las plantas y los productos.
—Bueno, yo por mi parte no tengo planes de repetir tal hazaña —dijo Blaise alegremente—, y efectivamente, condujo con mucha seguridad de vuelta al complejo de Thunderstrike. Cuando divisé las altas torres de piedra de Thunderstrike, mi corazón se hundió.
Estaban decoradas con cintas blancas, probablemente debido a la inminente boda. Mi estómago se revolvió ante la idea. A mi lado, Darach parecía dolorido.