—¡Nunca pensé que el Enviado del Tigre Oculto sería tan basura inútil, incapaz de matar a Yang en tal oportunidad de oro! —hablaron con voz fría las dos Bestias de Esencia de Fuego mientras observaban secretamente al Enviado del Tigre Oculto, sin dejar salir ni un poco de su Qi.
—Humph, confiar en los humanos simplemente no es confiable. Si este chico Yang fuera tan fácil de matar, nuestra gente no habría fallado una tras otra —estaban discutiendo entre sí las dos Bestias de Esencia de Fuego.