Basil Jaak terminó su llamada telefónica y regresó para ver a Krystal Flack y Yetta Astir aún esperándolo. No pudo evitar sonreír y preguntó: —¿Cómo es que aún no han entrado?
—¡Te estábamos esperando! —dijeron al unísono.
Basil Jaak sonrió irónicamente —Adelante ustedes dos, yo no entraré.
—¡De ninguna manera! —respondieron con tal sincronía, como si lo hubieran ensayado. Basil no pudo evitar mirarlas, esperando detectar algún signo de conspiración en sus rostros, pero lamentablemente para él, sus expresiones eran calmadas, demasiado normales para sugerir algo raro.
Krystal Flack le dijo a Basil: —Jaak, prometiste pasar la tarde conmigo, ¿y ahora quieres echarte atrás?
—¡Exactamente, exactamente! Basil, no puedes ser un hombre de palabras vacías! —Yetta Astir rápidamente tomó la frase de Krystal, mirando a Basil con desdén.
Basil no pudo discutir más con ellas y a regañadientes las siguió al interior.