Basil Jaak salió del coche, sonriendo —¡Qué coincidencia, Oficial Astir!
—¡Tú... qué coincidencia ni qué nada! Ustedes... en realidad en este lugar... coche... ¿shock? —Al pensar en lo que Basil Jaak y Jessica Flack acababan de hacer, Yetta Astir estaba furiosa y deseaba poder patear a Basil Jaak para alejarlo.
Basil Jaak entrecerró los ojos y preguntó —Oficial Astir, ¿con cuál de tus ojos nos viste teniendo sexo en el coche?
—¡Tú... ni siquiera lo admites! —replicó Yetta Astir, con el rostro enrojecido.
Basil Jaak se rió —Vamos, Oficial Astir, si nos vas a acosar, por favor encuentra una excusa más creíble. ¿Cómo alguien tan tsundere y rico como el Sr. Flack podría estar interesado en un pequeño guardia de seguridad como yo?
Al escuchar las palabras de Basil Jaak, Jessica Flack le lanzó una mirada sutil, una indirecta a lo obvio.