Bella no quería perder tiempo en averiguar quién era el acosador.
—¿Lograste escapar de quienes te seguían, verdad? —preguntó a Sam.
—Apuesto a que sí, Jefa. Eso es fácil —Sam le respondió con una sonrisa orgullosa.
Pronto, su automóvil aceleró en dirección a Little Heaven, maniobrando con destreza entre las congestionadas calles. Después de varios giros abruptos a la izquierda y a la derecha, Sam condujo el coche por una ruta mucho menos congestionada.
Cuando Bella miró hacia atrás, todo lo que vio fue una calle vacía, y ya no vio el vehículo sospechoso, lo que la tranquilizó.
Unos minutos después,
Bella sacó su teléfono móvil. Envió una serie de mensajes de texto a Stefan. Le pidió que hackeara las cámaras CCTV a lo largo de la carretera por la que su coche acababa de pasar e investigara a la persona que seguía su coche.
En su mente, solo dos personas tenían el motivo y los medios para hacer eso.