Finalmente Rudra miró a sus hijos.
La primera que notó fue Amy, la linda niña con coletas gemelas parecía una imagen escupida de Naomi.
Ella se aferraba al vestido de Ruby mientras miraba boquiabierta las figuras de piedra talladas cerca del techo del ayuntamiento.
—Linda
Eso fue todo lo que Rudra pudo pensar mientras miraba a su encantadora hija sintiendo una verdadera sensación de impotencia por no poder ir y darle un abrazo.
Se preguntaba cuán suave y reconfortante se sentiría abrazar a esa pequeña alma, qué maravilloso sería escucharla llamarlo 'Papá', pero ese deseo tendría que ser domado hasta que matara a Lucifer y estuviera listo para pasar una vida de aislamiento con ellos.
Luego Rudra miró a Jake, el niño que no tenía absolutamente ningún interés en la arquitectura y estaba ocupado molestando al pequeño enano al jalarle silenciosamente mechones de cabello.
Había un brillo inteligente en los ojos de ese niño, que era inocente pero extrañamente astuto.