—¡Tú! —Una voz sonó detrás de él. No era solo alguien llamándolo, sino que realmente gritaba con enojo.
Blake se giró para ver a Pequeño Dick parado allí, mirándolo con una mirada asesina. Blake sonrió con burla mientras decía:
—¡Pequeño Dick! ¡Cuánto tiempo sin verte! —Blake atrajo a Lin hacia sí y le besó la mejilla, haciendo que la chica elfa se sonrojara de pies a cabeza. La sonrisa en sus labios no podía ocultarse—. Debo decir que la raza de los elfos tiene muchas bellezas, pero esta chica aquí es una de las mejores.
—¡Tú! ¡Cabronazo! Lin, ¡vuelve a mi lado ahora mismo! —gritó el Príncipe Teleth. Pero ¿cómo iba a escuchar a un pequeño Dick una chica afectada por el encanto de Blake?
Ella directamente lo ignoró y abrazó el brazo de Blake, sin atreverse a mirar al príncipe. Esta acción por sí sola hizo que el rostro del Príncipe Teleth se pusiera verde de ira. —¡Puta asquerosa!