—Eres un hombre de verdad, uno al que le gusta ajustar cuentas incluso contra todo pronóstico. Planeas marchar hacia un territorio muy hostil, lleno de toneladas de fuerzas, monstruos, e incluso preparativos aterradores para derribarte a ti y a tu equipo. Y aun así, odias la idea de dejar ir a tus enemigos, ¡incluso bajo circunstancias tan insensatas!
William escuchó en silencio, esperando que ella se decidiera y dejara de jugar con él de esta manera.
Pero nunca se le cruzó por la mente que ella estuviera jugando con él desde el principio.
—Un hombre así no dejará que cualquiera entre en su vida... ¡Ya entiendo! Necesitas conocerme mejor para dejarme entrar en tu corazón, ¿verdad?
—..."
William frunció el ceño durante casi un minuto entero. Luego entendió lo que estaba pasando aquí. ¡Ella no estaba pensando en su petición, ni siquiera un poco! Y eso hizo que se le torciera el entrecejo, sin saber qué responder.